Estos cortes y peinados te quitan años. O, al menos, lo intentan.
Jean Seberg lo sabía. Audrey Hepburn, ¡menuda era!, también: hay cortes capaces de aniñar los rasgos, elevar facciones y tensar mandíbulas como si de una cuerda de mandolina se tratase. Visualmente, claro.
El secreto, como siempre que hablamos de estos delicados temas de ‘corte y confección’, es ponerse en manos de un profesional con nociones de visagismo y sensibilidad y pericia a la hora de manejar cada tipología capilar.
David Lesur, estilista de David Künzle, nos cuenta: “Los cortes que rejuvenecen a una persona vienen determinados por el largo de la melena, la edad y las propias facciones de la persona. Para una mujer todavía joven de 50 años, por ejemplo, aconsejo que el largo quede por encima de la clavícula y distribuir el volumen a través de las capas y de manera armoniosa para generar movimiento, con un contorno ligeramente desfilado, siempre y cuando la densidad y cantidad del cabello lo permita”.
Seguro que estás familiarizada con cortes de tendencia como el carré, “un clásico atemporal que nunca pasa de moda, ya sea corto, largo, desfilado, degradado, con flequillo recto, largo o en diagonal”, explica Lesur. “Es el rey de los cortos si nuestro objetivo es avivar los rasgos ópticamente, así como el bob muy corto sin llegar al rapado o los cortes asimétricos en media melena a la altura del hombro”.
Un gesto sencillo como cortarse el flequillo ayuda en nuestra estrategia rejuvenecedora. Tienes literalmente ‘cienes’ de opciones donde elegir, por lo que SEGURO encontrarás el que te favorece, y si de aniñarse hasta la saciedad se trata, prueba a llevarlo en diagonal y muy desfilado. La única pega, como nos recuerdan desde Maison Eduardo Sánchez, se da “si tienes mucho rizo porque te convertirás en esclava de las herramientas de peinado”. Y ser libre es de jóvenes.
En cuanto a los recogidos, continúan los expertos de Maison Eduardo Sánchez, resultan especialmente anti-edad “las coletas bajas y ligeramente deshechas que dejan escapar algún mechón sobre el contorno del rostro” (un poco como si estuvieras viendo a la Janelle Monáe en el Primavera Sound). En general, mejor que el recogido sea bajo o lateral, si apuestas por un top-knot (moño alto, muy playero y muy de moda), “trata de desestructurarlo para que reste años”.
Eduardo Sánchez nos señala también nuestro ‘Satanes’ particulares ante lo que gritar vade retro: “cortes a lo garçon con efecto ondulado, peinados hacia atrás o trabajados con brushing, cortes a la altura de los hombros con flequillo abombado, melena midi rizada con flequillo liso –y abombado-, tonos de pelo oscuros sin reflejos ni mechas o los recogidos demasiado estructurados y pulidos”.