Están en muchos productos de belleza de uso cotidiano y son ingredientes cosméticos a evitar.
El uso de este tipo de ingredientes, en pequeñas dosis, suele estar permitido, pero, ¿y qué pasa con el daño acumulativo?
Saca tus cosméticos, coge la lupa y revisa bien el código INCI, hoy repasamos aquellos ingredientes comúnmente utilizados por la industria y que suponen un riesgo para nuestra salud y también para el medio ambiente.
Paola Gugliotta, la fundadora de los laboratorios Sepai y master en Dermocosmética en esto de denunciar malas praxis y hablar claro ya tiene experiencia. No hace demasiado compareció en el juicio entre la OCU y Economía Digital para analizar el estudio que llevó a la Organización de Consumidores y Usuarios a concluir que la crema Cien de Lidl era le mejor hidratante.
Con su ayuda desgranamos ese listado de ingredientes polémicos a los que, en muchos casos, estamos sobreexpuestos: “La seguridad de las sustancias se evalúa considerando pequeñas concentraciones de un determinado ingrediente, pero no se tiene en cuenta que una persona puede usar cada día hasta 30 productos con ese mismo ingrediente. Estamos hablando de una exposición a niveles de los que ya no se ha estudiado su seguridad. Muchos de ellos son probados cancerígenos o disruptores hormonales en determinadas concentraciones y por eso la normativa europea establece una cantidad máxima en las fórmulas – pero sin tener en cuenta que hoy en día usamos muchos cosméticos a diario, con lo cual esas cantidades se multiplican”, explica Paola Gugliotta.
Por no hablar de la siempre lenta burocracia: “cuando se descubre que un ingrediente es tóxico o peligroso, el proceso burocrático por el que debe pasar antes de que se prohíba, al que en algunos casos hay que sumar las presiones de los lobbies, es muy largo y complicado y lo termina pagando el consumidor, que sigue expuesto a un ingrediente nocivo para su salud”.
1. Formaldehído.
Puede estar en jabones, champús, lociones corporales, cremas faciales y por supuesto esmaltes de uñas por su capacidad antiséptica y conservante. Pero es irritante, produce dermatitis de contacto y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), lo tiene clasificado como carcinógeno en los seres humanos.
Búscalo en el INCI como: MDM, hidantoína, Diazolidinilurea, Imidazolidinilurea, Cuaternio-15.
2. Tesioactivos etoxilados.
Tienen una función limpiadora y provienen del óxido de etileno, calificado como tóxico por inhalación, carcinogénico, extremadamente inflamable, irritante ocular grave e irritante para la piel según la información disponible en la Agencia Europea de Químicos. También figura en la lista de la IARC por ser un probado causante de cáncer en seres humanos.
Búscalo en el INCI como: Sodium Laureth Sulfate y todos los ingredientes que terminan en -eth (por ejemplo, Ceteareth-X, Laureth-X, Laureth-X, Steareth-X).
3. Emulsionantes etoxilados.
Consiguen que dos sustancias incompatibles –como el agua y el aceite- puedan mezclarse en la misma fórmula. Y al igual que los anteriores, “están contaminados por las sustancias cancerígenas generadas por la reacción causada por el óxido de etileno. Eso sí, es importante NO CONFUNDIR estos ingredientes con otra familia de glicoles como butilenglicol, propilenglicol, etc”, aclara Gugliotta.
Los encontrarás en el INCI como: PEG (polietilenglicol), PPG (polipropilenglicol), Polisorbato- (20, 30, 80…).
4. Ingredientes que contienen aminas.
Su función es equilibrar el pH de la fórmula pero pueden reaccionar, al mezclarse con otros ingredientes, tanto cuando se formula como ya dentro del envase, generando nitrosaminas, “sustancias cancerígenas y que además están incluidas en la Propuesta 65 –se trata de una iniciativa del estado de California creada en 1985 que comunica las sustancias que podrían causar cáncer, defectos de nacimiento u otros daños reproductivos”.
Los encontrarás en el INCI como: trietanolamina y cocamida DEA / MEA (y todos los ingredientes que terminan en “DEA” o “MEA”).
5. Polyquaternium.
“Se trata de una materia prima contaminada por nitrosaminas y que además no es biodegradable de acuerdo con los estándares de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”.
Lo encontrarás en el INCI como: polyquaternium-xx (10, 14…).
6. Determinados conservantes.
La función de los conservantes es estabilizar la fórmula, a este grupo pertenecen, por ejemplo, los famosos parabenos. “Hay conservantes que son demostrados disruptores hormonales, es decir, que pueden afectar al sistema hormonal y dañar su correcto funcionamiento”.
Los encontrarás en el INCI como: propilparapeno, isopropilparapeno, butilparabeno, isobutilparabeno, BHA, BHT, triclosán o imidazolidinil urea.
7. Isotiazolinonas.
Muy comunes en las cremas hidratantes, este tipo de conservantes están detrás del aumento de reacciones alérgicas, eccemas, mayor sensibilidad e incluso quemaduras químicas. Algunos de ellos están prohibidos, pero otros son todavía de uso común.
Los encontrarás en el INCI como: Methylisothiazolinone (MIT), Methylchloroisothiazolinone (CMIT), y aquellas palabras que terminan en “isotiazolinona”.
8. Alérgenos.
Son irritantes y alérgenos para el ser humano pero también pueden resultar tóxicos para la fauna acuática. Como recuerda Paola Gugliotta, “el fenoxietanol, por ejemplo, está clasificado por EWG (Environmental Working Group) como ‘peligro moderado’ para la salud por su capacidad para causar alergias y por su toxicidad para el sistema inmunológico.
Los encontrarás en el INCI como: Phenoxyethanol, Cinnamal, Citral, Coumarin, Eugenol, Farnesol, Geraniol, Limonene, y Linalool.
9. Siliconas y polímeros.
Gugliotta explica: “Se incorporan a las fórmulas cosméticas porque mejoran el aspecto de la piel y el cabello y aportan un plus sensorial, además de ser un ingrediente muy económico. Pero todas las siliconas y polímeros son compuestos sintéticos, obtenidos de fuentes no renovables y no biodegradables”.
Las encontrarás en el INCI como: Dimethicone, Amodimethicone, Acrylates crosspolymer, Cyclopentasiloxane (D5), o Cyclotetrasiloxane (D4), estas dos últimas han sido catalogadas por la UE como tóxicas, persistentes y bioacumulativas en el medio marino, la D4 además, está catalogada como disruptor endocrino y posible tóxico para la reproducción humana.
10. Fragancias y perfumes.
Ingredientes a los que Paola llama “misteriosos” puesto que la industria no esta obligada a revelar la lista de ingredientes que hay detrás de determinado perfume.
Lo encontrarás en el INCI como: Fragancia / Parfum.
A ellos habría que sumar otros ingredientes que también conviene evitar y que recoge, por ejemplo, la Guía de bolsillo de la Red Ecoestética -cofinanciada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, la Fundación Biodiversidad, Emplea Verde, la UE y la Asociación Vida Sana).
11. Sulfatos.
Son los detergentes que proporcionan a geles, jabones y champús su acción limpiadora. Son altamente irritantes e igual que arrastran la suciedad, arrastran los aceites naturales que la piel genera para protegerse de las agresiones externas. Son responsables de muchos problemas cutáneos y reacciones alérgicas.
Los encontrarás en el INCI como: Disodium Laureth Sulfosuccinate, Sodium Laureth Sulfate, Sodium Lauryl Sulfate, Sodium Lauryl Sulfoacetate, Sodium Myreth Sulfate, Sodium Polynaphthalensulfonate, Sodium Trideceth Sulfate o Sodium Xylenesulfonate.
12. Ftalatos.
Su función es fijar las fragancias, pero también tienen capacidad plastificante –ayudan a que las lacas de uñas pasen de líquido a la consistencia de esmalte-. Son disruptores hormonales y diversos estudios los vinculan a problemas reproductores, neurológicos o cáncer. Cuando las autoridades prohíben unos, nacen nuevos.
Los encontrarás en el INCI como: Diethyl Phthalate y Dimethyl Phthalate.