Peinados para salir airosa en la circunstancia más peliaguda.
Hay que ir contextualizando aunque estemos en noviembre, mes sin derroche de personalidad festiva –Halloween aparte-. Lo de festejar sin parar va muy en serio, amiga, y en nada estaremos inmersas en una vorágine social de ministra aunque seamos hijas de vecinas. Y lo sabes.
La cosa de juntarse con la parentela y las amistades que se han dado a la fuga de cerebros tiene sus códigos. De vestimenta, sin duda alguna, pero también en lo que a los peinados se refiere. Como entiendo que leerás esto con una coleta mocha o un moño arquitectónico a punto de seguir el rumbo de algunas obras de Calatrava –a imagen y semejanza del que me plantifiqué a primera hora de la mañana-, he hablado con Rubén Peña, de Toni&Guy, para que nos sople los secretos capilares que nos facilitarán la vida cuando lleguen los días señalados. Toma nota.
La cena de empresa es ese invento demoniaco de algún lumbreras borracho de team building que suele desembocar en risas y llantos, normalmente a la par. Pero que ni el petimetre más desaforado haga temblar los cimientos de tu peinado. Para pasar el trance con la cabeza muy alta, Rubén Peña nos recomienda un estilo infalible: “pelo suelto con ondas rotas y volumen, ¡mucho volumen!”. El pelazo es lo que tiene: que es incontestable. Si además ensayas en casa el mohín altivo de Escarlata O´Hara al colarse en la fiesta de Melania, no habrá quien te tosa.
Qué no se habrá relatado y padecido de la cena de Navidad, con el cuñado que siempre está a la gresca, el sobrinito infame que parece educado por una jauría de lobos –pero cómo se lo vas a decir así a tu hermana- y la cena pantagruélica, que como cada año terminará, apenas digerida, en el ficus del portal de la casa familiar. No te aconsejaremos nada porque tú eres una señora aquí y en la calle y ya sabes desenvolverte en estas lides. Lo que quizá no sepas es qué diablos hacer con tu melena esa noche, y para ello nuestro experto de Toni&Guy nos sugiere “peinar la zona frontal con raya en medio y el cabello recogido por detrás de las orejas, creando un efecto diadema. El resto del cabello suelto, marcado con ondas”. Recatado a la par que elegante. Ni en Mujercitas fueron tan astutas.
En la última noche del año, probablemente te apetezca algo de despendole. Si vas a bailar mucho, te vendrá bien un peinado cómodo y sólido que aguante el tirón pero que a su vez diga alto y claro “no cierro la puerta a nada”. En este sentido, Rubén nos aconseja “un recogido bajo trenzado, tapando las orejas, con mechones sueltos en la zona frontal”.
El material que necesitarás para estos peinados de fantasía es tenacillas, ganchos y gomas. Asegúrate de aprovisionarte, también, de mousse de volumen para las raíces, un protector térmico antes de trabajar con la tenacilla y un spray fijador para sellar y alargar el resultado.