Es el primer perfume que John Galliano diseña siendo creativo de la Maison Margiela. Mutiny –motín en castellano- representa todas las consignas de la casa: la desconstrucción, el desafío, el ‘no estoy conforme’, la subversión.
El nardo en cuatro versiones extrañas,, el azafrán, el oud y habas de vainilla son algunas de las notas de un perfume híbrido entre el glamour y el minimalismo creada con el perfumista Dominique Ropion en colaboración con Galliano.
Dando un repasito a la nueva escuela belga de moda que nació hacia 1988, recordemos que Margiela y sus discípulos fundaron el leit motiv de la utenticidad, el anonimato, el reciclaje, la reinvención. cierto es que esa deconstrucción de la moda me resultó al principio pobretona, aburrida. Una mujer vestida de Comme des Garçons o de Martin Margiela resultaba muchas veces asexuada,siempre en tonos grises.
Había que estar muy de acuerdo con esas reglas de la técnica décortiqué, es decir, la reducción de la prenda a su estructura esencial. Poco a poco cedió el radicalismo y llegó el blanco, un patronaje más femenino y colorido pero siempre con el sello de la casa de deconstruir y construir de nuevo una prenda. Como en el ballet clásico, donde hay que deformar el cuerpo para luego volver a formarlo.
Mutiny es una fragancia de futuro que vuelve a subvertir las normas y clasificaciones y que pretende no tener nacionalidad, género o credo. El nardo es su nota fuerte en tres expresiones diferentes: el Corazón de nardo, con coco afrutado; el absoluto de nardo, con inflexiones ajazminadas y anaranjadas, y otro con matices solares.
También, notas cítricas y flor de azahar. Dominique Ropion, el perfumista reconoce que ‘necesité seis años y más de mil intentos para conseguir ‘actualizar’ el nardo’.
El frasco también ha seguido la técnica décortiqué para mostrar su estructuras esencial. El tapón es un mero esqueleto estructural que remata el frasco.
La campaña es muy, muy original. La Maison eligió seis mujeres que encarnasen los valores de la fragancia y la esencia de un nuevo ‘orden’ mundial. Willow Smith es una cantante, bailarina y actriz de 17 años, referente para su generación cuya’ razón de vivir ‘es la creación.’Estoy dispuesta a sufrir lo que amo. Crea normas y luego rómpelas’.
Princess Nokia es una cantante de 25 años que denuncia las presiones a las que somete a las mujeres’ para muchas cosas excepto para lo que ellas quieren ser’. ‘Me quiero de verdad, soy única, disfruto de mi identidad y la pasión es lo que siempre me mete en problemas. Las mujeres somos poderosas’. Molly Blair, modelo de 29 años es transexual y declara que lo del género le parece una estupidez. ‘No se trata de encajar en la sociedad sino de tener fuerza para ser quién eres e irradiarlo con empuje‘. Teddy Quinlivan, de 23 años, nació hombre pero descubrió su atracción hacia la feminidad. ‘Quiero ser un referente para la chica o el chico trans o para cualquier adolescente que está confuso y no sabe dónde ir”.
Seis mujeres, dos creadores y el deseo de vivir en la libertad que te dicta tu conciencia.