Todo lo que necesitas saber para no tener piernas cansadas en verano.
¿Las piernas no son del cuerpo? Yo creo que sí, aunque algunas veces parece que adquieran vida propia y vayan por libre acumulando problemas o virtudes.
Te damos más de 9 consejos de belleza y salud para unas piernas felices, también en verano.
Unas piernas bonitas son unas piernas ligeras, con una circulación fluida que nos transportan de un sitio a otro, sin convertirse en una pesada carga que hay que arrastrar. Las altas temperaturas se ceban con estos dos pilares básicos de nuestra anatomía, especialmente en verano.
El calor es una prueba de fuego para tener unas piernas cansadas e infelices, encargadas de soportar además de nuestro peso corporal, las altas temperaturas estivales. Un problema de largo recorrido que comienza desde la punta del pie y puede llegar hasta como dolor en las cervicales.
Tener unas piernas en forma se construye paso a paso, tampoco hace falta lanzarse a hacer maratones.
Camina o… Algo tan sencillo y aparentemente normal como caminar, llevar un calzado adecuado y mantener la postura correcta es poco habitual. Observa tus tacones, piensa las horas que pasas sentad@…. Antes de poner los pies en polvorosa, si la pregunta recurrente es: ¿piernas para qué os quiero? porque realmente no sabemos muy bien que hacer con ellas. Es decir, no podemos estar demasiado tiempo de pie y tampoco mucho sentados, porque enseguida sentimos la urgente necesidad de ponernos patas arriba para descargar esa sensación de fatiga y pesadez constante. Si la situación además se aliña con sequedad y alguna araña vascular, podemos empezar a actuar antes de que se presente un surtido de varices de diferente calibre.
En verano, el “síndrome de las piernas inquietas” se agudiza, y es que literalmente no sabemos que hacer para que la hinchazón y las varices no nos hagan la vida imposible. Los síntomas de las piernas pesadas o “cansadas” son retención hídrica por falta de un buen retorno venoso, hormigueo, escozor y edema, también inflamación de tobillos y unos pies tan dilatados que pueden hacernos incluso subir la talla de nuestras sandalias.
Andar calzados no es andar. Caminar descalzo es lo más sano del mundo, siempre que sea sobre una base blanda como el césped o la arena. Las superficies duras, lisas y planas son las peores, y los tacones por encima de los 2,5 centímetros deberían estar tan prohibidos como el tabaco. El pie sobre la arquitectura del despropósito luce ideal pero nos hará andar de cabeza. El calzado fisiológico gana adeptos por el confort que proporciona a los pies y las piernas. Siguiendo el camino de la comodidad y el andar armónico nace la teoría del Rolfing, la técnica Alexander, el método Pilates y otros sistemas de Reeducación Postural Global que benefician el buen trabajo mecánico del cuerpo, el único capaz de tornear unas piernas perfectas.
Permiso de buena circulación. Antes de recurrir a la cirugía vascular, existen un montón de consejos para paliar todos los problemas derivados de unas piernas cansadas.
• Para aliviar las piernas pesadas, resulta muy útil ponerlas en alto para descargar la tensión acumulada. La posición correcta consiste en levantarlas por encima de la cabeza en sentido oblicuo y vertical.
• Antes de dar por hecho la presencia de una patología venosa, conviene descartar otras afecciones. Se recomienda acudir a un especialista de confianza para descartar un problema de traumatología y hacerse una prueba que mida el deterioro venoso.
• En verano, y en especial, si se va a la playa, hay que evitar cualquier exposición directa al sol. Lo mismo puede decirse de focos de calor como las ceras calientes y las cabinas UVA, que agudizan los síntomas.
• Cuando las medias no se soportan por el calor, el médico puede recetar medicamentos flebotónicos o complementos a base de Vid Roja, Gingko Biloba, Hamamelis o Castaño de Indias.
• Si lo necesitas, utiliza una media terapéutica de dimensiones y grado de compresión adecuado. Se venden en ortopedias y farmacias, y es muy importante que se ajusten exactamente a nuestra talla.
• Andar al menos una hora al día, aprovechando el final de la tarde, cuando hace menos calor. De esta forma se activa la bomba muscular y venosa, para favorecer el retorno sanguíneo.
• Si pasas mucho tiempo sentado frente al ordenador puedes recurrir al uso de unos pedales debajo de la mesa para activar la circulación. Existen muchos aparatos que resultan beneficiosos porque permiten ejercitar las piernas con movimiento o por medio de masajes.
• Aprovechar el aseo cotidiano para dar una ducha lo más fría posible sobre las piernas al terminar. Basta con enfocar la alcachofa cerca de la piel y ejercer un masaje de abajo hacia arriba.
• Conviene controlar el peso corporal ya que las piernas son las primeras en soportarlo.
• El drenaje linfático realizado por manos expertas resulta de suma importancia para las piernas pesadas porque mejora la atonía y el éxtasis venoso de los miembros inferiores.
• Dado que la mala circulación puede ir acompañada de una sequedad acentuada en la piel, conviene hidratar en profundidad. La hidratante corporal previene los casos de sequedad severa que se producen en las piernas afectadas por la mala circulación y que finalmente derivan en úlceras. Consejos de belleza, y también de salud que recomiendan los médicos cada vez más. Funciona bien el agua de rosas con glicerina o cualquier hidratante específica para pies y piernas, muy secos o agrietados.
Por unas piernas felices en verano. De vacaciones y relax todo resulta más fácil para ponerlas en forma. Pero con la vuelta al cole habrá que seguir caminando, nadando y moviéndose un poco.