Dior estrena perfume femenino, con estrella y en busca de la felicidad.
Hace ya 20 años que Dior lanzó J´adore y ahora le toca el turno a Joy, del resplandor del oro a la luz, la alegría y el bienestar en un rayo de sol con un chapuzón estelar en la piscina.
Joy es una fragancia que respira vida y paraísos tan puros y esenciales como la felicidad de Jennifer Lawrence. Ella es el nuevo icono de la casa, una oscarizada y rutilante estrella de Hollywood que protagoniza un fashion film donde exhibe con arrojo su belleza generosa con alegría y decisión, como ya lo hizo Charlize Theron caminando por los dorados caminos del lujo.
Esos caminos confluyen en el despertar de las aguas claras sobre otras fragancias. Los últimos lanzamientos de perfumes para 2018 están bendecidos por la suavidad de las aguas frescas, tal como apunta la propia Joy de Dior, Chanel con sus nuevas Eaux o Loewe con su nuevo perfume femenino: Solo Ella.
https://www.youtube.com/watch?v=j_mn2-5FujY
Suena Like a Rainbow de The Rolling Stones y la felicidad es el mensaje dentro de esta botella destinada a los jóvenes de hoy, parece como el elixir de Coca-Cola pero sin burbujas… Una piscina azul transparente, y Jennifer lanzándose sobre sus límpidas aguas con su vestido de gasa en un vuelo subacuático de tules.
¡Cuánta luz, qué día tan brillante, el agua es más azul y la sonrisa de Jennifer más blanca y luminosa que nunca!
Joy es pura vida, emoción retenida y puro placer. Según su perfumista y creador François Demachy, la fragancia: “expresa ese sentimiento particular de alegría que ofrece una interpretación olfativa de la luz”.
Disfruta de la alegría de vivir, ese es el mensaje que rezumó toda la presentación de Joy, y enseguida me fui a pinchar discos, que no Botox. J´adore la música y el baile, y disfruto muchísimo, a lo Jennifer Lawrence pero sin piscina.
Joy de Dior es una fragancia con vocación de obra de arte de principio a fin, un nuevo look, un nuevo perfume destinado a revolucionar emociones y jugar con nuestro olfato, y nuestros sentimientos en una llamada a la felicidad etérea que se define con limpieza y claridad en tres acordes olfativos.
El primer acorde expresa una sonrisa mediante un soplo de frutas y flores: rosa, jazmín e ylang-ylang.
En su segundo acorde caricia lleva madera de sándalo y vainilla para conseguir un toque cálido sobre la piel .
El tercer acorde describe la serenidad y el confort de los almizcles con un toque algodonoso y lleno de suavidad.
Del elixir aromático al frasco, todo está estudiado hasta el más mínimo detalle, como las puntadas de un buen traje de alta costura de Christian Dior. El tapón se ajusta al frasco en un clic-clac, con la sonoridad exacta y la presión justa de un frasco creado como un objeto de deseo. Un sueño sólido, líquido y gaseoso que atrapa todos los sentidos con una despida y cierre que deja una rastro de felicidad en cada gesto.
Precio: 65 euros/30 ml. 96 euros/50 ml. y 135 euros/90 ml.
Lanzamiento: finales de agosto 2018
¿Alguien que no quiera ser joven, guapa y feliz en la sala?