La exposición al sol y al salitre del mar hace estragos en nuestra piel en verano: ¿podemos salir airosas del trance?
Hacemos la maleta y, además, del bañador/bikini, los pantalones cortos, las camisetas y las sandalias, hacemos el maletín de aseo: cremas solares (¡que no se te olvide!), hidratantes, aguas de belleza (muy de moda), protectores solares de cabello, cacaos… parece que nos vamos para varios meses y, sin embargo, a la vuelta nuestra piel está rara, áspera, irritada, con algún granillo fastidioso.
Myriam Yébenes, directora del instituto de Belleza y Medicina Estética Maribel Yébenes, nos ofrece algunos consejos para elegir los cosméticos adecuados y nos enseña a establecer una rutina de cuidados para regresar de las vacaciones sin estos problemas.
Todo el año cuidándote la piel y vuelves del verano con ella machacada. ¿Para qué han servido todos tus desvelos durante los once meses anteriores a las vacaciones? Para evitar disgustos, Myriam Yébenes nos da unos consejos que van a ser de mucha ayuda.
- No utilices perfumes antes o durante la exposición al sol ni siquiera si te dicen que son naturales. La falsa creencia de que los aromas y productos naturales no nos harán daño puede ser peligrosa, ya que, por ejemplo, los aceites esenciales son grandes sensibilizadores para la piel, y los cítricos en particular tienen una marcada acción foto-sensibilizante.
- Deja a un lado los ácidos, especialmente el glicólico, ya que su estructura molecular, que le convierten en un magnífico exfoliante también lo hace muy fotosensibilizante. Yo, que soy una fan auténtica del glicólico, me estoy quitando este verano. ¡Ya llegará septiembre!
- Cuidado con las alergias al sol, un grupo de patologías en las que se origina una erupción que provoca enrojecimiento y picazón en la piel que se expuso a la luz solar. Es posible sufrir episodios de alergia debido a la ingesta de medicamentos que provocan que tu organismo no acepte bien el sol, o que tengas algún tipo de enfermedad que te impida tomarlo.
- ¿Y qué pasa con el acné? Siempre se ha dicho que el acné mejora o desaparece en la playa por la acción del sol y del salitre. El bronceado unifica el tono de piel y hace menos visibles las rojeces de los granitos creando la falsa ilusión de que han desaparecido.
- En cuanto a la relación entre cremas solares y manchas, Myriam Yébenes contesta a Belleza Pura que “las manchas en la piel pueden tener diferentes orígenes, siendo la mayoría por causa de la producción y un reparto irregular de la melanina debido a la incidencia de los rayos UV. Para prevenir su aparición y evitar que empeoren las ya existentes, lo ideal es limitar la exposición solar e incluir en nuestra rutina de cuidados diarios un protector solar con filtros UVB/UVA de amplio espectro y de un mínimo de SPF30. Existen en el mercado diferentes cremas de protección solar, por lo que es importante elegir aquella que mejor se adapte a las necesidades de nuestra piel e informarnos sobre lo que los distintos filtros pueden hacer por nosotros. Las cremas de protección pueden utilizar diferentes filtros o incluso combinarlos: físicos, químicos y biológicos. Cada vez hay más voces que abogan por el uso de filtros físicos, que se asientan en la capa superior de la piel y actúan a modo pantalla, reflejando la luz. Serían por ejemplo ingredientes como el óxido de zinc o el dióxido de titanio, que en concentraciones superiores al 5% crean una pátina blanca en la piel. En relación a la creencia de que utilizar demasiada protección solar podría mermar nuestras defensas ante los UV, sólo podemos decir que no es una teoría demostrada. Lo que sí podemos afirmar rotundamente es que una protección diaria adecuada ayuda a mantener nuestro capital solar y a evitar la aparición de manchas. Sin duda alguna las pieles que se protegen a diario del sol gozan de mejor salud y aspecto”.
- Hidrata y recupera la piel cada día, no sólo con los after sun, como rutina tras la ducha, sino con hidratantes ya que los after sun no siempre aportan a la piel la hidratación necesaria.
- Y no te olvides de la mascarilla, mejor frías, porque su efecto calmante e hidratante es la mejor combinación.
Y después de estos consejillos, ¡hala, disfruta del sol!