El iluminador Touche Éclat de Yves Saint Laurent sigue borrando las ojeras de un plumazo…
No hay maquillador profesional que no coloque en primer plano su tubito dorado de Touche Éclat de Yves Saint Laurent, cada vez que empieza a trabajar. Abre su maleta de los mil y un pinceles, sombras, bases de maquillaje y su varita mágica que iluminará cualquier punto oscuro, suavizará una arruga o disimulará una mancha. Un secreto a voces que cumple cuarto de siglo, y lo siguen utilizando los maquilladores profesionales tanto como las adictas al maquillaje.
¡Feliz 25 cumpleaños! Te hemos visto nacer, crecer y triunfar… con ese resplandor que te caracteriza.
En 1992, Terry de Gunzburg, directora artística de YSL, trabaja en una fórmula inédita capaz de repartir luz por todo el rostro y eliminar las imperfecciones. Mientras que los productos similares del mercado eran mucho más grandes y pesados, Touche Éclat nace como la herramienta de maquillaje más sofisticada: un estilizado lapiz dorado. Inmediatamente se convierte en un objeto de culto hasta el punto de que se vende una unidad cada diez segundos en todo el mundo. Su pincel práctico y preciso resulta utilísimo a las working girls -que no quieren peso en el bolso- y pueden retocarse en un pispas el maquillaje, realzar los relieves, disimular los signos de fatiga y las zonas oscuras, dando luz y frescor.
También puede usarse sobre los párpados y los labios para unificar la piel, dulcificar un color demasiado chillón, o darle una textura más cremosa. Sólo con aplicar un poco en las cejas, los ojos parecen mucho más grandes al instante, a modo de efecto lifting. Una raya fina alrededor de la boca hace que los labios se vuelvan (o parece que se vuelven) más pulposos.
Para celebrar su 25 aniversario aparece Touche Éclat de la colección Monogramme se viste de gala con un packaging dorado con líneas negras brillantes para destacar el logo de YSL Beauté. Ya conocíais este icono de la belleza, utilizado por maquilladores profesionales y muchas mujeres de todas las edades.
Lo curioso es que, siendo tan famoso, aún no se sepa aplicar bien y, además de para tapar ojeras, se use como corrector de manchas o granitos. Esto es erróneo, el iluminador debe aplicarse sobre el centro de la frente, los extremos de los ojos, la parte alta de los pómulos y la barbilla, sobre todo. En este caso, al ser lápiz, podremos aplicarlos en líneas que difuminaremos para un acabado perfecto.
Precio: 36 euros.
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