El kathon CG, un mal sustituto de los parabenos.
¿Os suena el kathon? ¿Sabéis dónde se encuentra? ¿Para qué sirve? Bajo el nombre de kathon CG, que es el nombre comercial, se esconde la metilisotiazolinona, un conservante muy potente con actividad biocida que se añade a numerosos productos industriales: cosméticos, productos de limpieza, papel, pintura, pegamentos, y que desde hace unos años está produciendo un gran número de alergias.
Reconozco que el nombre de kathon me sonaba a chino hasta hace un par de meses: un amigo tuvo una crisis alérgica brutal y nada había cambiado en su rutina diaria. ¿Nada? Sólo habían pintado la casa. Ahí estaba el quid de la cuestión: la pintura contenía metilisotiazolinona y clorometilisotiazolinona.
Estos dos componentes juntos se conoce como kathon CG. “Podría hablarse de una epidemia”, explica a Belleza Pura la doctora María Teresa Caballero Molina, facultativo especialista del área de Alergología del Servicio de Alergia del Hospital Universitario La Paz de Madrid. Y se está empezando a hablar de este conservante porque “ha aumentado mucho la prevalencia de la alergia al kathon CG. Produce un alto porcentaje de sensibilizaciones, es muy alergénico. Se ha extendido mucho su uso, no sólo en cosméticos y jabones, sino también en pinturas, y la exposición al mismo es alta”, comenta la doctora Caballero Molina.
El kathon es un producto sintetizado en los años 60 del siglo XX, muy eficaz a concentraciones bajas para eliminar tanto bacterias como levaduras y algas que pueden contaminar diferentes productos de cosmética, cremas, lociones para la piel, champús, geles, etc. Los primeros casos de dermatitis por contacto por cosméticos se observaron en 1985.
La pintura es sólo uno de los productos donde el kathon actúa como conservante. La doctora María Teresa Caballero Molina nos cuenta que “se introdujo para sustituir a los parabenos, otro conservante que podía inducir reacciones alérgicas, y resultó ser mucho más alergénico. Inicialmente se encontraba sólo en productos cosméticos, tales como champús, jabones, acondicionadores para el cabello, geles para el cabello y cuerpo, cremas y lociones para la piel, mascarillas… También se encuentra en productos del hogar: detergentes, baños de burbujas, adhesivos, pegamentos, toallitas húmedas, suavizantes de la ropa, productos de limpieza, papel higiénico... Posteriormente la metilisotiazolinona se comenzó a utilizar en pinturas a concentraciones mucho más altas, ya que su poder bactericida es bajo. Esto ha facilitado las sensibilizaciones aerotransportadas y ha dado lugar a dermatosis profesionales. Se encuentra también en el fuel de reactores, emulsiones de látex, aceites de corte, sistemas de aire acondicionado, aceites y refrigerantes, pinturas, pesticidas, pigmentos, barnices, conservantes, tintas de imprenta, radiografías…”
¿Qué es lo que no contiene khaton? ¡Miedo me da pensarlo!
Leyendo esta lista te das cuenta de que el dichoso kathon se esconde en la mayor parte de productos que tenemos en las casas. Lo que sucede es que si vas a tu champú, a tu crema o al detergente que usas habitualmente no vas a leer la palabra “kathon” sino que vas a ver otros nombres que los especialistas muestran a los pacientes que ya han sufrido una alergia para que sepan qué utilizar y qué no: “Generalmente se encuentra el nombre de sus componentes: 2-Methyl-4-Isothiazolin-3-One, 5-Chloro-2-Methyl-4-Isothiazolin-3-One, Cl-Meisothiazolinone, Methylchloroisothiazolinone, MCI/MI, Methylisothiazolinone u otras marcas registradas de otros fabricantes: Acticide, Algucid CH50, Amerstat 250, Euxyl K 100, Fennosan IT 21, Grotan K, Grotan TK2, GR 856 Izolin, Kathon 886, Kathon CG, Kathon DP, Kathon LX, Kathon UT, Kathon WT, Mergal K7, Metat GT, Metatin GT, Mitco CC 32 L, Paretol, Paermetol, DF 35, -DF 12, -A23, -K50, -K4, P3 Multan D, Piror P109, Special Mx 323. Algunas de estas marcas tienen concentraciones más elevadas”, nos cuenta la doctora Caballero Molina.
Estos son los nombres que debes buscar en los productos que vayas a comprar si ya te han diagnosticado una alergia al kathon. Ármate de paciencia y de una buena lupa (mira que la lista de ingredientes está en un cuerpo de letra pequeño) y ponte a escudriñar producto por producto. “La alergia de contacto es una hipersensibilidad retardada y por lo tanto tarda unos días en desaparecer tras eliminar el contacto. Depende del grado de sensibilización que presente el paciente, pero no quedan lesiones permanentes”, indica la doctora Caballero.
Y, preguntaréis: ¿qué hacemos? ¿Todos estos conservantes que están en casi todo lo que usamos va a seguir utilizándose a pesar de la cantidad de alergias que provocan?
Las autoridades europeas están en ello. De hecho, hasta ahora el kathon está autorizado en cosmética como conservante en productos que se aclaran con agua porque parece que ésta se diluyen y no producen tanta sensibilidad. El Comité Científico de Seguridad de los Consumidores, un organismo independiente que se encarga de la evaluación de la seguridad de ingredientes cosméticos, incide en que “es importante adoptar medidas ante el aumento de la incidencia de las alergias inducidas por la methylisothiazolinone, motivo por el cual esta sustancia debe limitarse aún más en los productos que se aclaran”.
Hasta ahora, se permitía en uso cosmético una concentración de hasta el 0,01% de kathon en estos productos, pero un reglamento de la comisión de julio de 2017 ha adoptado el dictamen de este comité científico que concluía que una concentración de hasta el 0,0015% (ojo al dato) se considera segura para el consumidor desde el punto de vista de inducción de alergias por contacto.
Desde el 27 de enero de 2018 sólo pueden entrar en el mercado europeo los productos cosméticos que cumplan esta medida; sin embargo, como los laboratorios no pueden adaptar instantáneamente su producción a los nuevos requisitos, la Comisión Europea les concede un plazo de tiempo (no especifica cuánto) para que adecúen la cosmética que utiliza estos productos a la nueva normativa.
El asunto de los productos cosméticos parece que ya esté solucionado. O medio solucionado porque los laboratorios tendrán que buscar un sustituto al kathon si es que la nueva concentración no conserva tan bien cómo éste. ¡A ver qué nos depara el futuro!
Y, por otro lado, existen otros muchos productos que no son cosméticos que siguen utilizando kathon. ¿Solución? Que todo lo que uses no contenga este conservante y ponerte en manos de un especialista.
Está claro que si ocasiona muchas reacciones alérgicas, los laboratorios y empresas que lo utilicen tendrán que buscar sustitutos y velar por la salud de todos nosotros.