Un distintivo para todos aquellos productos “allergy-friendly”.
El sello de calidad ECARF es una iniciativa del Fundación Europea para la Investigación de las Alergias (European Centre for Allergy Research Foundation) y que otorga de manera gratuita a las empresas cuyos productos o servicios se adaptan a las necesidades de los alérgicos.
Se calcula que alrededor de 14 millones de españoles sufren algún tipo de alergia, pero no somos los únicos, existen estudios que vaticinan que en el año 2020 la mitad de la población europea padecerá alguna alergia. Por eso la labor de ECARF es, cada día, más importante.
Creado en 2003 y financiado por la Comunidad Europea, esta organización sin ánimo de lucro otorgó el primer sello en el año 2006 y ya son muchos los productos que cuentan con él: pinturas, coches, aspiradores, alimentos, detergentes, hoteles…, y por supuesto cosmética.
Un distintivo que no certifica la cosmética natural o ecológica, sino aquellos productos y servicios aptos para las personas alérgicas. Que tenga un sello de cosmética orgánica no significa que sea allergy-friendly, porque los ingredientes naturales también pueden desencadenar alergias.
Si lleva el sello ECARF es porque se adapta completamente a las necesidades de las personas alérgicas. Un equipo de 15 científicos y técnicos internacionales e independientes ha sido el que ha desarrollado los criterios que la fundación utiliza para evaluar cada producto. Unos criterios que hacen que una reacción alérgica sea muy poco probable y que se basan siempre en las última investigación y hallazgo científico disponible.
Un producto recibe el sello cuando ha podido demostrar que cumple con los estrictos y objetivos requisitos de la Fundación Europea para la Investigación de las Alergias (European Centre for Allergy Research Foundation) que son públicos y se pueden consultar para una total transparencia. El sello está ya presente en más de 30 países.
Puedes consultar todos los productos certificados en el buscador de su página web.