La talasoterapia se basa en utilizar el poder curativo del agua del mar y las algas para conseguir beneficios sobre la salud

Las virtudes terapéuticas del agua, ya sea salada o dulce, se conocen desde tiempos inmemoriales. El centro de talasoterapia Serge Blanco realiza curas termales utilizando los beneficios del agua del mar y de las algas en el entorno incomparable de Hendaya.

Thalasso Blanco Exterior

En su edificio de líneas depuradas que rinde homenaje a la arquitectura tradicional vasca, la expresión “tomar las aguas” se actualiza con nuevas experiencias. Concebida como una evasión para todos los sentidos, probamos una cura termal del siglo XXI y os contamos nuestra experiencia.

Experiencia talasoterapia Serge Blanco

Todos necesitamos reconectar con la naturaleza. Aunque sea para recargarnos de energía en esos momentos en que el día a día acaba por dejarnos sin fuerzas. Las curas termales existen para devolver el equilibro y el bienestar a nuestro cuerpo y mente sin necesidad de tomar pastillas. Ideales para tratar trastornos reumáticos y dolencias musculoesqueléticas, trastornos del sueño o los efectos negativos del estrés sobre el cuerpo, se ofrecen junto a un sinfín de experiencias a la carta para desconectar por completo del mundanal ruido.

Como llevo una carga de estrés bastante considerable a mis espaldas y arrastro un esguince que no se me cura, el centro Serge Blanco me prescribió una minicura esencial con dos días de tratamientos de talasoterapia. En el menú: envolturas con algas, masajes y un spa marino de 320 m2 con 50 actividades de hidroterapia a pie de playa.

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Armada con mi bikini y mi albornoz en lugar de las batas indecentes del hospital, fui totalmente dispuesta a comprobar en mis carnes estresadas los beneficios médicos del agua de mar. Para empezar mi cura, me realizaron una envoltura revitalizante con algas espirulinas, que consiste en aplicar una crema de algas frescas en todo el cuerpo y reposar en una sauna de vapor de agua de mar para facilitar la eliminación de las toxinas y la absorción de los minerales. Como complemento, dos tratamientos corporales antiestrés: el masaje con Oligomer, un serum compuesto de micronutrientes marinos con propiedades remineralizantes y fortificantes, y un masaje Vichy, que es una especie de hipnosis controlada en la que te masajean el cuerpo con aceite de coco bajo una lluvia de agua de mar hasta dejarte K.O.

Tratamiento Vichy

Si tuviera que destacar un tratamiento sobre todos los demás, me quedaría con la aplicación de fangos marinos en las articulaciones y la columna vertebral. Traídos de la zona de Bretaña en exclusiva para el centro Serge Blanco, son unos barros 100% naturales que se calientan al contacto con la piel y empiezan a liberar oxígeno en forma de burbujas. Y entre que te apagan la luz y te ponen música relajante, lo que sientes es que te sumergen en un baño caliente de champán que alivia el dolor y la inflamación. Nada que ver con los mordiscos que me pega el aparato de ultrasonidos con el que me hacen la rehabilitación del tobillo.

Tratamiento Barros

Una vez envuelta, masajeada y embarrada, pude probar una de las piscinas de agua de mar más grandes y más completas que he encontrado. Con 320 m2 y un jacuzzi exterior con vistas, merece la pena cruzar la frontera para experimentar sus instalaciones. Para amantes del fitness, el centro ofrece una gran cantidad de actividades gratuitas para aprovechar al máximo los beneficios del agua, como cursos de aquabike, gimnasia de mantenimiento y baile bajo el agua.

Thalasso Blanco Bassins (3)

Para completar la experiencia, el centro Serge Blanco cuenta con su propio spa. Concebido como un oasis de serenidad y belleza, ofrece una extensa carta de tratamientos manuales y con aparatología. Mención especial se merece el ritual Oro Perfecto de Carita, que alía el uso de micro corrientes, leds y ultrasonidos para estimular las células del rostro y tratar en conjunto signos de envejecimiento como arrugas, pérdida de densidad y relajación del óvalo facial. Unido a las manos mágicas de mi terapeuta Michelle, se consigue un efecto flash que dura semanas.

Spa Centro de talasoterapia Serge Blanco

Bellezas Puras, yo que tengo una cruzada personal contra las magufadas de todo tipo y pelaje, os puedo garantizar que la talasoterapia tiene una base científica. Tanto, que la propia Seguridad Social francesa cubre este tipo de curas para personas con problemas de salud acreditados. ¿El resultado de mi estancia? Una relajación que no había sentido en mucho tiempo, un esguince mucho menos dolorido y apenas inflamado, tres contracturas menos, una piel radiante y una ligereza de espíritu propiciada por la combinación de los tratamientos con el toque humano del personal del centro.

Centro de talasoterapia Serge Blanco

Y es que hasta el enclave llama al relax. A caballo entre España y Francia, Hendaya es una joya costera en la que se entrelaza la cultura tradicional vasca y ese je ne sais quoi que tanto caracteriza al pueblo francés. Fácilmente accesible desde San Sebastián en el tren Topo, es una escapada perfecta para reanimar todos los sentidos después de un largo (y húmedo) invierno. Ideal como escapada de fin de semana, el plan thalasso es perfecto para disfrutar del Puente de Mayo recargando las pilas.

Hendaya

Centro de talasoterapia Serge Blanco

Forfait libertad absoluta (sin alojamiento):  5 cuidados de talasoterapia húmedos y  2 horas de spa marino. Precio: 167 euros.

Escapada Emoción Thalasso (con alojamiento): 2 noches en régimen de media pensión y 6 cuidados de talasoterapia con acceso ilimitado a la zona de aguas. Precio: a partir de 302 euros (alojamiento en el hotel Ibaia) y 382 euros (alojamiento en el hotel 4* Serge Blanco).

125 Boulevard de la Mer

64700 Hendaya, Francia

Telf. +33 05.59.51.35.35