La medicina estética es para el invierno.

Si el jovial pedaleo en bicicleta podría pasar por la imagen del verano, ¿será un rostro vendado a lo “La piel que habito” la del invierno? No, seguramente no lleguemos a una identificación distópica tan directa. Pero sí es cierto que hay ciertos protocolos de medicina estética (y de cirugía) que se ajustan a la perfección al timing invernal, lejos del calor, la inflamación y la abrasión que impone la radiación solar veraniega. El factor clave es la ,protección y recuperación de la piel, y para ello nada como mantenerla a salvo de rayos (UVA) y centellas. Otra de las cosas positivas de esta estrategia es que en invierno apetecen más las actividades indoor, así que todo cuadra en el plan maestro de la medicina estética.

Te contamos qué tratamientos es preferible planificar en invierno.

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1. Varices y arañas vasculares (con fotoesclerosis y láser Nd:YAG para las varices y láseres PDL o KTP para las arañas vasculares).

Como nos cuentan desde el Instituto de Dermatología Integral, el motivo de elegir el invierno es que, tras el tratamiento, pueden aparecer pequeños hematomas que se deben proteger del sol para que no se conviertan en manchas. Además, el posoperatorio incluye el vendaje de las zonas tratadas con medias de compresión, y éstas son más fáciles de camuflar bajo las capas de ropa invernal. El proceso de cura se puede alargar hasta dos meses.

2. Peelings químicos y mesoterapias con vitaminas.

El peeling supone una renovación total de las células de la piel, por lo que ésta puede estar temporalmente más sensible al sol. Además, si se somete la piel tratada a demasiado calor, a veces se puede producir una inflamación no deseada.

En cuanto a la mesoterapia, aclaran desde Clínicas Dorsia, sencillamente resulta más provechosa (y notable) en los meses que la piel tiende a deshidratarse y apagarse debido al frío, el viento y la calefacción.

3. Depilación con láser
Ese sueño médico-estético hecho realidad que acaba el vello de la zona tratada en cuestión de X sesiones. Esta tecnología depende del tono de piel puesto que discrimina el color del pelo para ‘atacar’ allí donde hay pigmento. Por ello, es recomendable que la piel esté lo más libro de bronceado posible para que el láser detecte el contraste y la depilación sea mas segura y efectiva.

4. Liposucción.

El posoperatorio de esta intervención ‘mayor’, que se sirve de la extracción de los acúmulos localizados de la grasa con varias cánulas, comprende un vendaje de presoterapia durante al menos 4 semanas, lo que resulta mucho más fácil de disimular durante el invierno. Además, es imprescindible evitar el sol en la zona tratada durante los primeros dos meses para evitar la formación de manchas y la inflamación.