¿Qué tendrá el champagne, que nos pone la palabra justa en la boca…?
Si te detienes un momento podrás oírlo. Es el tintineo de las copas de champagne en la alacena, esperando su turno para salir entusiastas a celebrar las fiestas. La chispeante bebida de origen francés se asocia a toda clase de celebraciones y francachelas. Pero también al ingenio de muchas celebridades, que encontraron en el champagne algo como la poción mágica de la que bebía Astérix (ya saben, Obélix se cayó en la marmita) para coger fuerzas y arrasar con el enemigo.
¿Te gusta una cita jugosa lo que no está escrito?
Pilla sitio y una copa de dulce y espumoso vino; vamos a darle un repasito a las mejores reflexiones sobre los hipidos efervescentes del champagne, recopiladas por quienes más saben de ello: la Maison Louis Roderer.
1. “Sólo bebo champagne en dos ocasiones: cuando estoy enamorada y cuando no lo estoy”, Coco Chanel.
Del espumoso líquido como catalizador de las alegrías y de las penas. ¡Tú sí que sabías, Coco!
2. “El champagne es el único vino que embellece a la mujer después de tomarlo”, Madame de Pompadour.
Para entender este aserto en su magnitud, hay que tener en cuenta que la madama Pompadour dio nombre a la primera copa diseñada específicamente para champagne, tomando como modelo el seno izquierdo de María Antonieta, la legítima pareja de Louis XVI. A pesar de no ser la propietaria del molde original, la relación entre Pompadour y el monarca era tan intensa y sobradamente conocida, que la cultura popular atribuyó el sensual diseño a la amante oficial del Rey y así ha pasado a la posteridad.
3. “Lo único de lo que me arrepiento en esta vida es de no haber bebido suficiente champagne”, John Maynard Keynes.
Creo que todos podremos estar más o menos de acuerdo con el señor Keynes, famosísimo economista (y apasionado de la bebida con burbujitas que nos ocupa). Uno, en su lecho de muerte, no se arrepiente de no haber teorizado más contra el capitalismo o de no haber hecho más presentaciones de Power Point sobre el carácter ascendente de la oferta agregada. Venga, que corra el champagne.
4. “Llega un momento en la vida de toda mujer en el que lo único que puede salvarla es una copa de champagne”, Bette Davis.
Bette puede hacer lo que quiera cuando ella quiera. Faltaría plus. Y más cuando sólo te queda darte a la bebida, muy elegantemente, eso sí.
5. “¡Champagne! En la victoria lo mereces, en la derrota lo necesitas”, Napoleón Bonaparte.
Nada que añadir, señor Bonaparte, y más cuando a usted se lo atribuye la famosísima técnica, muy imitada por el populacho de las generaciones sucesivas, de descorchar el champagne con un sable.
6. “Sólo las personas poco creativas fallan al encontrar una razón para tomar champagne”, Óscar Wilde.
Qué decir de Óscar Wilde y su antisistémica visión de la vida. Valga recordar que siempre defendió que el orden es la virtud de los mediocres y que ‘celebró’ su muerte con champagne. Según cuenta Javier Marías en su obra “Vidas escritas”, Wilde pidió champagne en sus últimas horas de lucidez. Consciente de su ruina económica, sentenció: “Estoy muriendo por encima de mis posibilidades”. Digo yo que este humor se merece un buen brindis.