¿Masticar bien previene el Alzheimer?

Masticar cada alimento unas 25 veces puede ayudar a prevenir enfermedades.

El hábito de masticar es bastante sencillo o así lo creemos. Sin embargo, no todas las personas lo hacen bien y, según las nuevas investigaciones, masticar adecuadamente podría ayudarnos a prevenir el Alzheimer, entre otras enfermedades. Porque también se está estudiando la importancia de una buena masticación para prevenir cánceres y enfermedades digestivas.

carloswes via Foter.com / CC BY-NC

Sí, yo también me quedé perpleja cuando escuché que masticar bien previene el alzheimer, pero ni me lo he inventado ni es un titular sensacionalista. Es ni más ni menos lo que nos dijo a un grupo de periodista la doctora Debora Vilaboa, de la Clínica Vilaboa, durante la presentación de Yotuel Golden Edition. 

Lo que la doctora Vilaboa nos contaba era el relato de un estudio muy importante y del trabajo de Henri Joyeux, cirujano oncólogo y digestivo, que lleva toda su vida viendo cómo nos alimentamos y ha volcado toda su sabiduría en el libro “Como bien hoy, vive mejor mañana”, de la editorial Planeta.

La masticación es clave en el proceso digestivo en el que están involucradas las actividades sensorial y motriz, y tiene por finalidad preparar los alimentos para la deglución. Al masticar, segregamos una enzima llamada ptialina, que es la encargada de comenzar la digestión de los hidratos de carbono aún en la cavidad bucal. Si no se mastica bien, los alimentos siguen su camino hacia el aparato digestivo sin esa enzima que ayuda a descomponer los alimentos, por lo que el organismo tendrá que trabajar el doble.

Silvia Viñuales via Foter.com / CC BY-ND

También se ha descubierto en la saliva hay otro compuesto, la opiorfina, que posee una actividad antidepresiva y analgésica. Según la doctora Vilaboa, “este ingrediente natural que se genera en la saliva, estimulado con la masticación, ha probado, en estudios sobre el dolor, ser seis veces más potente que la morfina, y podría tener efecto benéfico para tratamiento de desórdenes mentales como la depresión.

Según este oncólogo, el doctor Joyeux, la forma de comer es determinante y responsable de nuestras enfermedades. Cada vez está más demostrada la estrecha vinculación del cuidado de la boca con la salud general. Unos dientes y unas encías sanas, es decir, una boca sana, nos permite, además de masticar correctamente, saborear, degustar y obtener placer comiendo.

Este oncólogo francés resalta la necesidad de masticar hasta 25 veces los alimentos para conseguir una mejor protección contra el cáncer, las enfermedades digestivas e incluso el alzheimer (voy a intentar masticar tantas veces como dice Monsieur Henri Joyeux, aunque lo que voy a tragar va a ser un auténtico puré, pero por mí que no quede). Joyeux afirma que la pérdida del gusto y del olfato son uno de los primeros síntomas del alzheimer y que masticando tantas veces estimulamos esos sentidos.

Por otra parte, las personas que mantienen la capacidad para masticar, ya sea con dientes naturales o con prótesis, tienen menos probabilidad de desarrollar demencia, además de que la masticación mantiene la capacidad de aprendizaje y de memoria, de forma que una masticación reducida llega a ser un factor de riesgo para el desarrollo de demencia y atenúa la memoria espacial. Una masticación activa atenúa el estrés.

Y no acaban aquí los beneficios de una buena e intensa masticación, porque:

• Masticar bien es un acto imprescindible en la prevención de la acidez del estómago: masticar “aumenta la salivación que, a su vez, aumenta la secreción de ácido en el estómago, necesario para digerir las proteínas”.
• Masticar 25 veces o más antes de tragar los alimentos reduce la cantidad que comemos. Los alimentos bien masticados hacen que te sientas lleno rápidamente e impiden los excesos de comida.
• Masticando bien se eliminan toxinas porque permite que las enzimas salivales trabajen correctamente, y cumplen con su función de predigestión. Así, el organismo diferencia las sustancias de desecho y estimula su eliminación del organismo.

¿Y tú, cuántas veces masticas cada bocado?