Otoño, el momento ideal para empezar el plan detox, yo he probado un tratamiento ritual para hacer menos dura mi vuelta a la realidad y depurar mi cuerpo. El Ritual Detox Siente el Otoño creado por The Organic Spa es un tratamiento de auténtico lujo asiático para sentir y disfrutar el otoño en todo su esplendor.
Existen muchas maneras de luchar contra la depresión post-vacacional y volver a la rutina con ganas y energía positiva. Y como acabar las vacaciones se me hace tremendamente duro porque suele implicar volver a otro país lejos de España, he querido comprobar en mis carnes si la vuelta se hace menos dura a golpe de masaje tailandés.
The Organic Spa es un centro de belleza holística y terapias orientales situado en Madrid y reconocido a nivel internacional. Con una filosofía basada en la prevención frente a la enfermedad y en el slow living, desarrolla sus protocolos teniendo en cuenta el ritmo personal de cada uno de sus clientes para conseguir el máximo estado de bienestar personal. No se me ocurre una manera mejor de dar la bienvenida al otoño que recibiendo la estación con alegría y disfrutando de un momento de paz y tranquilidad alejada del bullicio que me espera en Nueva York.
El ritual detox siente el otoño creado por The Organic Spa trabaja a nivel físico y mental con un plan detox específicamente diseñado para devolverle a la piel la firmeza, luminosidad e hidratación perdidas tras el verano. Utilizando la sabiduría y el mimo de los rituales tradicionales de belleza oriental, trata de desintoxicar, curar y calmar la epidermis de cuerpo y rostro con ingredientes exquisitos como las sales exfoliantes, barros detox y aceites esenciales orgánicos, elaborados con las plantas curativas más preciadas de Asia, como el jazmín, la cúrcuma, el té verde, el coco, la papaya, la hierba de limón, la camelia, la rosa o el geranio.
El lujo asiático se basa en la atención extrema de hasta los detalles más ínfimos. Desde la misma bienvenida al centro sentí que la terapeuta me dedicaba toda su atención y creaba una experiencia única para mis necesidades, ya que todo tratamiento se inicia con un cuestionario de salud y un diálogo sobre lo que cada persona necesita (y espera) de la sesión. Tras degustar una infusión orgánica que prepara el cuerpo para el masaje, tuve la oportunidad de escoger los aromas que mejor se adaptaban a mi estado de ánimo para crearme un ritual a mi medida. Y aunque tengo que confesar que me dieron ganas de darle un mordisco a mas de una crema, simplemente pasar cinco minutos hablando sobre cosmética natural empezaron a relajarme sobremanera.
Sin embargo, la aventura en The Organic Spa comienza cuando se entra a una de sus prístinas salas de masaje. The Organic Spa no tiene esas horribles salas de tratamiento blancas y estériles que te hacen sentir parte de una cadena de montaje, sino auténticas burbujas de lujo asiático que te hacen viajar mentalmente en cuanto pones un pie en sus baldosas. Para dar la bienvenida al otoño con buen pie, el tratamiento comienza con un ritual tradicional tailandés de lavado de pies en su versión más orgánica y sensorial. Los aromas del zumo y las hojas de lima kaffir, la raíz de árbol de té y el extracto de limón consiguieron empezar a disipar mi ansiedad por tener que volver a marcharme.
El ritual prosigue con una vigorosa exfoliación que elimina las células muertas con extractos completamente naturales. Tras una ducha que deja el cuerpo preparado para recibir un tratamiento de hidratación intensa, se aplica una envoltura corporal desintoxicante con un suave masaje. Creedme: entre los efluvios del jazmín y los movimientos casi coreografiados de mi terapeuta me quede completamente dormida. Como lo que se pretende es reequilibrar el equilibrio hidrolipídico de la piel tras las agresiones externas del verano (ejem, esos aires acondicionados americanos que parecen inventados por los Inuit), durante mi siesta intuí que me envolvían en una sabana de plástico para conseguir que el tratamiento penetrase en todos mis poros. Y aquí es donde llega el lujo asiático a mi rescate: en lugar de abandonarme, inmóvil y congelada, la terapeuta aprovechó para darme un masaje craneal y me puso una sábana extra.
Me vais a perdonar, pero de la última parte del tratamiento casi no me acuerdo. Tras ducharme para eliminar los restos de la envoltura, me dieron un masaje relajante y drenante de una hora con aceite de lemongrass (hierba de limón), mi aroma favorito para desconectar del mundanal ruido. Solo puedo deciros que la presión era tan perfecta que no debí moverme de los brazos de Morfeo hasta que acabaron. Al despertarme, note que por primera vez en meses no se me encogían los hombros. Absolutamente todos los músculos de mi cuerpo estaban relajados.
Bellezas Puras, siendo sincera os puedo decir que existen muchos lugares donde hacen tratamientos exquisitos utilizando ingredientes naturales. Sin embargo, lo que diferencia a The Organic Spa de otros centros es que sus protocolos cuidan del cuerpo y la mente para encontrar el equilibrio interior, siguiendo los principios de la filosofía oriental. Cuando se vive a caballo entre dos continentes es muy sencillo sufrir lo que se llama el “choque cultural”, un agotamiento mental producido por tener que adaptarse rápidamente a dos culturas completamente distintas en un periodo de tiempo record. Creedme, es real, y es agotador. A veces es necesario tener un momento de stop & reset para afrontar los cambios con la mejor de las sonrisas.
Aunque viajo mucho y pruebo muchas cosas, es rara la vez en la que consigo hacer un ejercicio de retrospección interior. Para ello, necesito darme permiso para que mi cuerpo reciba el tratamiento mientras mi mente vaga libre. Tanto el entorno como la filosofía de The Organic Spa ayudan a conseguir un momento de profunda relajación y desconexión con el exterior. Durante dos deliciosas horas y media fui capaz de concentrarme en estar a gusto conmigo misma, y en darle a mi cuerpo la oportunidad de recibir la energía positiva que emanaba de las terapeutas. Creedme cuando os digo que eso no tiene precio.
Ritual “SIENTE EL OTOÑO” en The Organic Spa. Precio: 185 euros / 2 horas y media, o 95 euros / versión exprés de 90 minutos.
The Organic Spa. Calle de Lagasca, 90, Madrid.