¿Rhodiola o Prozac para tratar la depresión? He ahí la cuestión que nos ocupa hoy en Belleza Pura. En esta santa casa apostamos por tratar las enfermedades con un justo equilibrio entre medicina tradicional y terapias alternativas que hayan demostrado su efectividad. Estas son todas las que la ciencia avala, y la Rhodiola rosea, planta que también se denomina raíz ártica, es una de ellas.
El Prozac es un medicamento comercial y, como tal, sólo puede ser recetado por un médico previo diagnóstico. El principio activo es la fluoxetina, y se prescribe en casos de depresión, trastorno obsesivo compulsivo, bulimia nerviosa y trastorno disfórico premenstrual. Contribuye a mejorar la calidad de vida del paciente, pero su uso puede comportar ciertos efectos secundarios como el infarto de miocardio (el Prozac constriñe los vasos sanguíneos), somnolencia, sequedad en la boca, alucinaciones, confusión, disfunción eréctil, estreñimiento o delirio.
Lejos del laboratorio, la Rhodiola crece en las regiones frías del hemisferio norte, por lo que se ve ‘obligada’ a producir sus propios mecanismos de supervivencia en su particular entorno. Se emplea desde tiempos inmemoriales para tratar la depresión, la anemia, la fatiga y la impotencia, y en los tiempos modernos se viene comercializando como fitoquímico adaptógeno que, como tratamiento alternativo (no sustitutivo, sino complementario), actúa positivamente sobre los neurotransmisores capaces de segregar serotonina y dopamina, las hormonas de la felicidad. En la dosis reside la clave: 200mg de Rhodiola pueden hacer maravillas sobre la fatiga del deportista y 500mg estimulan un estado de ánimo decaído.
Los efectos secundarios se causan por el consumo excesivo de Rhodiola, y se manifiestan en forma de hipersalivación, náuseas, insomnio y ansiedad. Es recomendable no mezclarla con el café, evitarla en caso de embarazo y lactancia y reservar la ingesta a las primeras horas del día.
¿Conclusión? Si te han recetado un medicamento ‘duro’ para tratar la depresión, quizá puedas probar con un naturópata que te instruya en el uso de la Rhodiola como tratamiento alternativo. Estudios significativos demuestran que mejora los síntomas de la depresión.