La cadena Herbolario Navarro es el ejemplo perfecto de un comercio tradicional que ha sabido adaptarse a las necesidades del siglo XXI. Con más de 200 años de historia, estos herbolarios cuentan con 30 tiendas abiertas en la actualidad y siguen con un ambicioso plan de expansión para convertirse en un referente de la vida ecológica en España.
Y es que a pesar de que somos un país de tradición mediterránea, por algún motivo España está a la cola en cuanto a consumo de producción ecológica. Quizás sea porque los abonos químicos y las semillas modificadas genéticamente tardaron en hacer mella en nuestras tierras, donde hasta hace un par de generaciones todo lo que se cultivaba hubiera pasado los estándares más estrictos de los sellos de agricultura orgánica.
Por suerte, parece que nos estamos dando cuenta de que tenemos que volver a las raíces de nuestra alimentación, sin tanta floritura hecha en un laboratorio. En una reciente entrevista con EFE, los responsables de los herbolarios Navarro atribuyen su crecimiento a que se “ha despertado el interés de la sociedad” y en la cesta de la compra “cada vez hay más productos eco”. En su opinión, el éxito de la vida ecológica radica en simplificar el proceso: “si das facilidades al consumidor, el consumo aumenta”.
Y es que una vida ecológica no tiene que significar que nos volvamos de cabeza a los 60 ni que nos arruinemos haciendo la compra. La mejor estrategia es diversificar la cesta de la compra: comprad productos de temporada, y pasaos a la versión bio de aquellos productos que puedan estar contaminados con pesticidas dañinos como los glifosfatos, o que sean pasto de semillas transgénicas. Dos ejemplos son las fresas, uno de los cultivos más contaminados del planeta, y el maíz, que es el único cultivo transgénico autorizado en España.
Con tanto químico y tantos intereses creados alrededor de la agricultura por gigantes como Monsanto, es normal que los consumidores se sientan abrumados en el supermercado. Con los ajetreos de la vida moderna, es virtualmente imposible estar horas descifrando las etiquetas de los productos, y mucho menos corriendo de un lado para otro con el fin de comprar producto de temporada a pequeños agricultores.
El triunfo de los herbolarios Navarro radica en que han sabido diversificar su oferta. Ademas de dedicarse al comercio tradicional de la herboristería, Navarro es un “Super” ecológico que intenta abastecerse del producto más cercano, siempre que sea posible, para ayudar a dinamizar la producción nacional y facilitar la transición a la vida ecológica a sus clientes. En sus estanterías conviven productos de nuestra alimentación tradicional con la quinoa, los detergentes ecológicos y la cosmética natural traída de toda Europa.
Herbolario Navarro cuenta con establecimientos en la Comunidad Valenciana, Madrid, Palma de Mallorca, Albacete, Cuenca, Cartagena, Santander y Valladolid, y está abriendo nuevos locales en el País Vasco.
Bellezas Puras, si uno de vuestros objetivos es pasaros a una vida mas sana, con establecimientos como Navarro os quedan pocas excusas.