Como la raya navy o la enésima revisión de la espardeña, el blonde bob o media melenita rubia vuelve por sus foros ‘tendenciosos’, este verano en refulgente versión platino. ¡Tiembla, Instagram! Diversos bots de última generación avalan que la melena en rubio extremo es la que más likes acumula. Pero como no sólo de corazones virtuales vive la mujer, ni siquiera en el segundo milenio, veamos qué se esconde tras el anhelado blonde bob.
“Es un tratamiento muy agresivo, hay que darle mucho matiz y brillo para que luzca divino y, sobre todo, necesitamos que el cabello esté 100% sano para que el resultado sea un platino ‘saludable’”, comenta Diana Daureo, joven -y brillante- peluquera de Madrid. “Una de las mejores opciones es realizar un protocolo de hidratación previa para que el resultado sea perfecto y, además, un buen corte para sanear la melena”.
La opción entraña cierto riesgo si eres una mediterránea clásica puesto que este tono, por su gelidez, no es exactamente el más favorecedor. Como asegura Daureo, “el bob platino le queda muy bien a las mujeres con rasgos nórdicos, pieles blancas poco bronceadas, rasgos fáciles suaves, ojos claros… y si se lleva con un poco de raíz aporta un estilo bastante cool, pero hay que evitar caer en la dejadez. Es importante seguir una rutina de cuidado adecuada para mantener el tono y que el pelo se vea sano y bonito. Tratamientos hidratantes 1 vez a la semana, en casa o en salones de peluquería y, siempre, utilizar champús y mascarillas violetas para mantener el tono platino”.
En cualquier caso, si tienes el cabello fino es mejor que te abstengas de seguir esta tendencia. Así nos lo advierte Natalie Iglesias, colorista de Maison Eduardo Sánchez: “para conseguir el platino hay que decolorar el cabello dos veces para dejarlo totalmente sin pigmentos, y los cabellos muy finos no suelen resistirlo”. Para evitarlo, usa sérums o aceites de tratamiento -siempre sin siliconas- para aportar tanto proteínas que reconstruyan la fibra capilar como hidratación para dar brillo y suavidad a la fibra.
Después del tinte, evita secadores y planchas para no añadir más agentes externos agresivos.