¿Has visto cómo se está poniendo de moda el agua con gas? Mira a tu alrededor: en las terrazas, en los restaurantes… cada vez hay más gente bebiendo agua con gas. ¿Sabes por qué? Porque el agua carbonatada contribuye a disminuir el riesgo de enfermedades como diabetes, hipertensión, osteoporosis y obesidad en adultos sanos.
Esas burbujitas que nos hacen cosquillas en la garganta son buenas, además de refrescar y quitar la sed. Bebiendo agua nos quitamos calorías y los efectos perjudiciales del alcohol. En 2105 se consumieron en España 4.913 millones de litros de agua mineral, de los cuales 179 millones fueron de agua con gas o carbonatada. Parece poco en relación a la cantidad de agua mineral que bebemos; y es que existen pocos manantiales de agua con gas y de ahí que el hábito sea menor que en otros países.
Beber agua es un mantra que oímos en todos los sitios: hay que beber agua para hidratarnos y para ayudar a transportar los nutrientes y otras sustancias en el organismo. Sin embargo cuando leemos agua se nos viene a la cabeza un agua corriente y moliente, incolora, inodora e insípida, pero no el agua con gas.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha realizado un ensayo clínico con el agua con gas más conocida de nuestro país, Vichy Catalán, que revela las propiedades mineromedicinales del consumo diario de este tipo de agua.
Y han concluido que:
- Contribuye a reducir el riesgo de sufrir enfermedades metabólicas crónicas, como la diabetes, la obesidad, la osteoporosis o la hipertensión.
- Los efectos de este agua se notan a los pocos minutos de su consumo al activar inmediatamente las moléculas presentes en el proceso digestivo, por lo que es recomendable para las digestiones pesadas.
- Su consumo habitual favorece que esta mejora se mantenga durante las cuatro y ocho semanas posteriores, por lo que se aconseja su ingesta frecuente, siempre junto a una alimentación sana y equilibrada.
- Mejora el metabolismo de los lípidos y la reducción de los niveles de glucosa, además agiliza el proceso de filtrado de los riñones por su alto contenido en sodio. Se ha observado una disminución en el LDL colesterol (colesterol malo) y triglidéridos y un aumento de HDL colesterol o colesterol bueno.
- Reduce el riesgo vascular en adultos sanos. El estudio clínico demuestra que este agua no eleva la presión arterial, lo que desmiente la falsa creencia de que las aguas carbonatadas no son recomendables para las personas con hipertensión.
Para hacer el estudio que ha durado tres años, los más de sesenta voluntarios se han sometido a largos periodos de consumo de agua de Vichy Catalán y a otros de agua mineral sin gas mientras se les practicaban diversas mediciones, como el control de peso, alimentación, presión arterial, así como varios marcadores metabólicos en sangre y orina.
Aunque sus beneficios están estudiados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, no es recomendable el agua carbonatada en algunas personas, como las que padecen reflujo esofágico, hernia de hiato, colon irritable o EPOC (enfermedad obstructiva crónica).
Ahora, con el calor apretando, además del agua con gas de toda la vida, Vichy Catalán ha introducido distintos sabores como, naranja, limón, lima limón y menta.
Este agua se extrae del manantial Puig de les Ànimes en Caldes de Malavella, Girona, gracias al doctor Modest Furest i Roca, que recaló en este pueblo en 1881 y reconoció las propiedades medicinales de las aguas que manaban de allí. Puso en marcha la primera planta embotelladora y pocos años después inició la construcción del Hotel Balneario Vichy Catalán.
Tip de belleza: Desde Corea nos llega una idea estupenda para limpiar los poros. Sumerge la cara unos 20 segundos en agua con gas un par de veces por semana; notarás tu piel más limpia, tonificada y reafirmada. Añade manzanilla y potencias sus cualidades astringentes; con romero, tiene beneficios antibacterianos y con pepino te descongestiona la piel.