Más de la mitad de los españoles cambia su alimentación en verano y el 26% engorda más de 5 kilos, lo que equivale a una talla y media más en la ropa, según un estudio realizado por Aora Health, empresa española de I+D dedicada a crear nutraceúticos. En el estudio han participado más de 300 personas.

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El 50% de los participantes de este estudio  dijo que durante el verano, y no sólo durante las vacaciones, cambiaba sus hábitos alimenticios y, claro, los kilos no se esfuman sino que se agarran bien a la cintura.

¿Y en qué cambia esa alimentación?

  • El 22,73% de los encuestados consume más cerveza y refrescos.
  • El 34,45% aumenta el consumo de helados y dulces.
  • El 5,45 consume más comidas preparadas
  • El 36,36% come más frutas y verduras.
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Ed Yourdon via Foter.com / CC BY-NC-SA

Y, aunque gran parte de los encuestados afirma que hace más ejercicio, como correr, andar o nadar, también siguen aumentando de peso. ¿Por qué? Precisamente por esos malos hábitos de alimentación: la cervecita en el chiringuito, el pincho, el helado después de comer, otra vez la cerveza o el refresco por la tarde con patatas fritas, la copa por la noche… Y llega septiembre y no nos abrochan la falda ni los pantalones. ¿Quién puede resistirse al dolce far niente?

¡Otra vez a dieta! Porque los mismos encuestados dice que sí, que en cuanto empiece el otoño se quita esos kilos de más.

Gonzalo Peñaranda, director general de Aora Health, explica que “la relación del español con el peso es estacional, y a lo largo del año experimenta varios ciclos de aumento y reducción de peso, lo que no es ni sano ni recomendable. La clave está en aprender a comer de manera equilibrada a lo largo de todo el año y mantener una vida activa realizando ejercicio físico cada día”.

¿Cómo evitamos este sobrepeso en verano?

  • Comer variado y adaptar los alimentos a los gustos y a la actividad que se realiza. Esto es como una hucha: si metes mucho dinero y no sacas, tendrás más pero si metes poco dinero y te lo gastas, la hucha mermará. Si comes mucho y no te mueves, engordas. Si comes ligero y te mueves, no engordas.
  • Hay que tener en cuenta el tamaño de las raciones. Como decía el profesor Grande Covián, investigador que dedicó parte de su vida a la nutrición: “Lo único que adelgaza es lo que se deja en el plato”.
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Calafellvalo via Foter.com CC BY-NC-ND

  • Reducir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, sal y azúcares añadidos.
  • Realizar un reparto adecuado de los alimentos a lo largo del día, evitando ayunos prolongados.
  • Huir de la vida sedentaria y acoger en nuestra rutina diaria cualquier hábito que obligue a moverse.
  • Realizar ejercicio físico de manera periódica para mantener el tono del cuerpo sentirnos mejor.
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Aqua.mech via Foter.com CC BY

Como sabemos que los milagros no existen y la pérdida de peso exige tiempo, voluntad y sentido común, lo más práctico es cuidarse, no pasarse con las comidas y encontrar el equilibrio perfecto entre la báscula y la dieta con el fin de que las vitaminas y minerales estén siempre en nuestra alimentación. Por eso, la clave es la educación en los hábitos alimenticios y saber que la operación bikini hay que hacerla todo el año.

Y, por favor, cuidado con las dietas. Muchas son peligrosas.