Además de la dermatología, la visión psicosomática de algunas enfermedades de la piel como la psoriasis, dermatitis y atopia trae consigo una solución para estos problemas cutáneos, con pocas soluciones médicas efectivas por vía tópica.
Paz del Real es especialista en Psicosomática Clínica Humanista y hoy nos cuenta las causas que se esconden detrás de algunas enfermedades de la piel.
La piel es el pergamino en el que se escribe nuestra historia, desde el nacimiento.
BP: ¿Cuál es la causa de las enfermedades de la piel?
“Desde la psicosomática clínica proponemos que los estados de ánimo y los impactos emocionales quedan registrados en nuestra memoria celular, pasando a convertirse en síntoma o enfermedad cuando ya hemos rebasado nuestro umbral de tolerancia al conflicto. No sólo la piel, sino todo nuestro cuerpo, es el gran transmisor de nuestras emociones.”
BP: ¿También es así en los niños?
“La piel habla, y lo hace a su manera. Ten en cuenta que, antes de que el niño desarrolle la capacidad del lenguaje, utiliza la piel para expresar su sufrimiento. El contacto piel con piel con la madre le permite al niño grabar, al mismo tiempo que se alimenta, un conjunto de sensaciones tales como seguridad, calidez, sosiego, protección, pertenencia, afecto, reconocimiento, etc.”
“Estas sensaciones se grabarán en su memoria afectiva. Además, el niño puede percibir sensorialmente las circunstancias que están viviendo tanto su madre como el entorno familiar.”
“Puedo relatarte varios casos de dermatitis atópica en bebés, y lesiones eccematosas en niños muy pequeños que se curan simplemente tratando los estados emocionales conflictivos que están viviendo sus madres. A los niños nunca los vemos en consulta.”
BP: ¿Quieres decir que ellos absorben, como si fueran esponjas?
“Así es. Y de hecho nuestro pasado, incluso antes de nacer, vive en silencio con nosotros. Una enfermedad de la piel puede manifestarse en la edad adulta, aunque fuera grabada en la niñez.”
BP: ¿Qué experiencias pueden marcar nuestra piel?
“En general, la piel nos sirve para entrar en contacto con los demás, nos proporciona información y placer sensorial, además de crear lazos afectivos.Cuando hablamos de la piel, también hablamos de la frontera, pues donde está mi piel está mi límite, y también mi identidad.“
“Los conflictos de separación, de falta de protección, de contacto no deseado, pueden quedar grabados y dormidos durante años, activándose en la edad adulta por exposición a un entorno conflictivo similar.”
BP: ¿Puedes poner un ejemplo?
“La psoriasis es una de las patologías más comunes y a la vez más difíciles de sobrellevar por la persona que la padece. El origen de la psoriasis es una actividad excesiva de la capa basal que causa el crecimiento de muchos queratinocitos, que migran muy rápidamente a la superficie de la piel, generando una queratina de muy mala calidad y en demasiada cantidad, generando las placas psoriásicas que conocemos.”
“Es evidente que se está generando una protección muy urgente, por tanto muy deficiente, así que llevaremos al paciente a explorar uno o varios conflictos de falta de protección que haya vivido, no importa cuando. El relato del paciente siempre incluye algún episodio en el que no se ha sentido protegido por aquel que tenía que cumplir esta función (en general la protección es una función paterna) pero podría ser un tutor, un abuelo, o la misma madre que se ocupa de esta función).”
“A nivel arquetípico, el Sol simboliza la función paterna, por eso las lesiones mejoran con la exposición al sol o a los rayos UV.”
“Una vez localizado el conflicto original, llevamos al paciente a un estado de relajación profunda en el que pueda resolver ese episodio de su vida, aportándole recursos a la edad en la que sufrió el conflicto.”
BP: ¿Puedes contarnos un caso?
“Un hombre de 35 años acude a consulta porque le han hablado de la posibilidad de este tratamiento. Convive con la psoriasis desde los 12 años, cuando su padre no se presentó para apoyarle delante del comité que evaluaba su comportamiento en el instituto. Tuvo que soportar la humillación de todos y cuando salió del instituto huyó de casa hasta la noche.”
“Cuando llegó a la casa se encontró con que su padre había sufrido un accidente de tráfico cuando se dirigía al instituto, estaba en el hospital en cuidados intensivos.”
“Confesó que aquella noche odiaba a su padre por no haber acudido a la reunión que era tan importante para él, y más tarde se sintió culpable por ello, se sentía culpable del accidente, de sus propios pensamientos de odio. Quería abrazar a su padre y no podía.”
“Había cargado con esa emoción oculta durante 23 años. Cada vez que se enfrentaba, ya como adulto, a una evaluación profesional, sufría un nuevo brote de psoriasis.”
“Una vez realizado el tratamiento, se produce la curación de las lesiones. La persona realiza un cambio de percepción acerca de aquella realidad que vivió, que ya no es dolorosa.”
Parece tan fácil que mucha gente afectada por psoriasis o atopia pueden pensar que es imposible resolver así un problema que puede llevar pegado a su piel muchos años.
Si queréis saber más sobre alguna otra enfermedad y su relación psicosomática, se admiten propuestas por vuestra parte, sólo deja un comentario de qué afección te preocupa y le preguntaremos a la experta Paz del Real su verdadera raíz psicosomática y origen de cualquier problema o enfermedad, ya sea de la piel o de cualquier otro órgano.
Si estás harto de tratar los síntomas sin ver demasiadas soluciones, indaga en la causa. Tal vez descubras nuevas formas de abordar tu problema.
Psicosomática Clínica y Bioneuroemoción. Tel: 911 559 246.
Tratamientos con Realidad Virtual
c/Maldonado 6
28006 Madrid