En plena ola de calor continua, incesante y eterna, la supervivencia se ha convertido casi en misión imposible. La ciudad es un auténtico infierno, las noches un suplicio y los aires acondicionados la única manera de respirar. Para ayudarte en esta larga travesía por el desierto, hoy te traigo 8 aliados en forma de alimentos para refrescar las altas temperaturas.
Lola Market, el supermercado online de alimentación y productos frescos de Madrid ha elaborado una lista con las opciones más saludables para refrescar la canícula a los que yo he añadido algunos que no podían faltar. Llena la nevera y prepárate para sobrevivir al verano.
1. Sandía. Si la sabia naturaleza la convirtió en una de las frutas estrella del verano, por algo fue. Su poder hidratante es enorme porque es la fruta con mayor contenido de agua – más del 95%-, tiene muy pocas calorías, es muy buena para los riñones porque su alto contenido en agua facilita la eliminación de toxinas, es rica en vitaminas A y C y en licopeno, un poderoso antioxidante y ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
2. Melón. También tiene un alto contenido de agua, más del 80%, es rico en fibra y en minerales como el potasio, el zinc y el calcio, además de en vitaminas A y E. Es muy diurético, ayuda a neutralizar la acidez y nivela el colesterol alto. Y aunque siempre ha cargado con mala fama, es muy bajo en calorías: 34 calorías por 100 gramos.
3. Piña. Refresca, hidrata y combate la retención de líquidos tan propia de esta época. Su gran poder diurético -contiene hasta un 85% de agua y es rica en fibra- lo convierte en un gran aliado contra las piernas pesadas. Además aporta gran cantidad de vitamina C y es una fuente importante de bromelina, la enzima que facilita la digestión de las proteínas, por lo que es perfecta para consumirla de postre.
4. Melocotón. También ayuda a mantener el cuerpo hidratado gracias a su proporción de agua -87%-. Contiene, además, hierro, potasio y vitamina C que contribuyen a mantener el sistema inmunitario en buen estado.
5. Moras y frambuesas. Los frutos rojos y las bayas son ricos en antocianinas, los pigmentos que les dan sus llamativos colores. Esos compuestos tienen además un importante efecto antiinflamatorio que disminuye la presión arterial y facilita la vasodilatación. De esta manera ayudan al cuerpo a bajar la temperatura a través de la circulación: se redistribuye el flujo sanguíneo hacia los tejidos externos (piel y órganos del aparato respiratorio), lo cual permite eliminar el exceso de calor por conducción y convección. Además son potentes antioxidantes que reducen el estrés oxidativo.
6. Tomate. Qué sería del verano sin el ingrediente principal de gazpachos y salmorejos. El tomate es otro de los reyes de los antioxidantes, gracias a su contenido en licopeno, perfecto para retrasar el envejecimiento y proteger la piel del sol. También es muy rico en carotenoides.
7. Pepino: el pepino tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que ayudan a proteger el sistema nervioso, y son muy ricos en agua y en fibra, por lo que son ideales para el verano.
8. Especias y picantes. Cuando se toman helados o bebidas muy frías, la temperatura corporal baja rápidamente pero el organismo enseguida contrarresta este efecto aumentándola de nuevo, de manera que la sensación de frescor dura muy poco. Sin embargo las comidas picantes suben los grados del cuerpo hasta igualarlos con el ambiente. De esta manera se estimula la circulación sanguínea y se produce más sudor, cuya evaporación sobre la piel nos ayuda a refrigerarnos.