Las manos dicen mucho de ti. Esta frase tan manida es también cierta. La forma de las manos, cómo las mueves y cómo llevas las uñas hablan de tu forma de ser y de tu manera de actuar. Por eso, nos fijamos tanto en las manos y si están arregladas o hechas un desastre. Y por hechas un desastre no me refiero a que nos las lleves pintadas. Sin pintar, aunque limadas y limpias, dan una imagen elegante y discreta. Y si las pintas, que nunca estén con falta de esmalte en alguna zona o que haya saltado. Hoy te enseñamos cómo limarlas según la forma que tienen. Todo con el fin de tener un mejor aspecto.

Uñas

No es lo mismo limar las uñas de unas manos gruesas que las de unas finas, y el mismo criterio podemos seguir dependiendo si son los dedos anchos o delgados, largos o cortos. El fin es buscar unas manos bellas y armoniosas.

Con el limado puedes corregir algún defecto. Sin embargo, has de ser constante porque las uñas crecen constantemente y la forma se va perdiendo con el tiempo. El esmaltado también importa ya que el color es determinante; si las pintas de un tono claro, dará sensación de amplitud, mientras que uno oscuro las estrecha.

Es importante que tengas buenas herramientas: una buena lima no es cara y da mucho juego. Y procura limar siempre en la misma dirección para evitar roturas de las uñas.

¿Cómo debes limarlas?

  • Si son ovaladas admiten cualquier tipo de limado, esmaltado, diseños y colores.
  • Si son anchas, límalas preferentemente con forma ovalada. En cuanto a colores, mejor los oscuros.
  • Las cuadradas o rectangulares prefieren un limado ovalado o redondo. Puedes aplicar tanto colores claros como oscuros pero evita los diseños con demasiadas líneas.
  • Si son trapezoidales o espatuladas, mejor límalas con forma ovalada o redonda en los cantos y con esmaltes claros y con diseños suaves y sencilllos.
  • Si eres de las que tiene las uñas redondas, límalas con cualquier forma menos redonda y maquíllalas en tonos claros.

Con estas ideas tan claras ya podemos lanzarnos a la vorágine de la moda y maquillarlas de mil colores y dibujos, que es lo que está de moda, aunque siempre nos quedará la manicura francesa. Pero eso es otra historia que os contaré otro día.