Por favor, o mejor, por Dios Santo: no más dietas exprés, dietas milagro y dietas sin sentido. Empieza el primer round de la operación bikini con un boxeador de Muay Thai muerto sobre el ring por obra y gracia de un derechazo de una dieta exprés para bajar de peso antes del combate. Entre 3 y 5 kilos en un día, con los que también se pierden casi todo el agua corporal y los minerales. En bikini, topless o tanga con el culo al aire, que es como nos suele pillar a casi todas la primavera y el verano.
Llega el momento de mirarse la lorza y el michelín fríamente con el cuerpo puesto a pie de playa o piscina. Urge hacer algo, mal plan y peor enfoque. No, en Belleza Pura no te vamos a animar a adelgazar porque tal vez no te sobre ni un gramo o sólo 4 o 5 kilos. Adelgazar y hacer dieta es sólo para cuando existe un sobrepeso real. Auque pueda parecerlo no se trata de una obviedad. Existe tanta presión social sobre los gordos que las dietas se han convertido en el Vía Crucis de gran parte de la población.
Nada peor que plantearse nuestro primer baño en público como una exhibición de feria en la que tenemos que dar el modelo corporal exigido o caerá sobre nosotros una delirante cuenta atrás en plan exámenes finales de junio. Pero de qué estamos hablando, sólo de ponernos el bañador… Pues se pone igual que las bragas, los short tipo culotte y el sujetador. Tu cuerpo es lo que se esconde detrás de la operación bikini o la operación gabardina. Eres tú y tu cuerpo con cualquier prenda encima o sin ella. No hay prisa, ni hay que llegar a ninguna meta. Tu cuerpo te acompaña los 365 días del año a jornada completa.
Las dietas son peligrosas, una alimentación sana, léase dieta mediterránea es lo más sano.
Mucho cuidado con someterse a la dieta de la vecina, la del ciclista, la de la Clínica Mayo, la del Dr. Atkins, Dr. Montignac, la del Dr. Perricone, el Dr. Barrys Sears; ésta nos gusta porque es saludable y equivalente a la dieta mediterránea pero con muchos complementos alimenticios de su propia marca, Enerzona.
Temporada alta para empezar alguna dieta exprés en la que algunos se meterán por primera vez, y luego enlazarán con un bucle eterno de una dieta detrás de otra, con frustración, efecto yo-yó y efecto efectivamente tú: tu cuerpo y tu mente son los que te engordan.
Tres kilos se los quita cualquiera caminando 20 minutos: ¡¡ 20 minutos !!! al día, por la mañana, a mediodía por la tarde o por la noche, en casa, en cinta o por la calle; ni siquiera es necesario contratar un entrenador personal. El ejercicio es básico para mantenerse vivo, hay que moverse.
Qué menos que caminar 20 minutos al día…y por supuesto, comer de forma equilibrada; síntoma también de control emocional y ausencia de ansiedad en otros ámbitos de nuestra vida, que son los que normalmente se trasladan a la comida por un claro trastorno de la alimentación.
Lo malo y el principio del fin es que muchas dietas son médicas, desarrolladas por médicos para hacer el gran negocio de su vida. Hay miles y todas son malas porque tienen carencias, y lo malo o lo bueno de las dietas es que empiezan y acaban. El gran error, a veces no acaban nunca porque el sujeto es inducido a seguir la dieta arrajatabla y él o ella lo hacen, entonces empiezan a adelgazar y adelgazan. Cuando han conseguido llegar a la meta; en la mayoría de los casos con amargura y privaciones absurdas y de todos los colores les empiezan a llover alabanzas y parabienes por parte del entorno social y familiar. Entonces la mente no asimila ni el nuevo cuerpo ni tanta admiración, justo en un momento crítico del adelgazamiento, en el que incluso faltan nutrientes y la cabeza no razona como debería. Un punto de inflexión en que muchos sujetos deciden seguir recibiendo elogios sin abrir la boca en ningún sentido, avanzado claramente hacia la anorexia.
Paz mental es lo primero que se necesita para enfrentar un exceso o un defecto de apetito frente a la comida y los mismo frente a las actividades físicas.
Harto complicado está el asunto cuando de hartarse en la mesa se trata o demasiado fácil: comer de acuerdo con nuestra actividad física, quemar lo que comemos, sin más historias.
En Belleza Pura jamás recomendamos dietas milagro o peligrosas para la salud. Sí, comer sano, alimentos saludables, nutraceúticos, complementos alimenticios…Pero nunca dietas que puedan estar en entredicho como es el caso de… no voy a dar publicidad.
Lo siento, mi religión me lo prohibe. Como editora de Belleza Pura he declinado tanto ofertas de publicidad de dietas milagrosas como invitaciones a presentaciones, comidas y viajes de prensa relacionados con este tipo de dietas nocivas para la salud.
En Belleza Pura la salud es belleza y la belleza no es perseguir una talla 36 por más que en el objetivo del 98% de los fotógrafos de todo el mundo, sólo haya cuerpos de catálogo de moda, caras bonitas y cosas bellas, proporcionadas, simétricas y en armonía con el entorno.
La belleza es cruel desde la cara B, esa que muestra la perspectiva de la parte de atrás. En ocasiones puede ser un don de la naturaleza como tener unas pestañas bonitas, pero puede no serlo. En todo hay un lucha entre el equilibrio de opuestos, el famoso yin y yang, la perfección no existe, pero luchamos por ella y hay que mostrarse templado en la batalla a favor de la excelencia, tu propia vida, tu cuerpo y tu alma están en juego. Es una lucha contigo mismo, pero no una obsesión y a muy largo plazo: toda la vida, que nadie te ponga cualquier dieta exprés delante y a seguirla todos como corderitos, no. Está en juego tu salud, no te desgastes en batallas perdidas que te dejarán mal sabor de boca seguro.
No a las dietas exprés, milagro, draconianas. Adelgazar 3 kilos en un día es muy peligroso, mortal (sin exagerar nada). Bajar de peso 3 kilos en 3 meses tiene sentido común, lo demás es una locura peligrosa.