¿Qué tal llevan los políticos españoles el pelo? ¿Van bien peinados? ¿Tienen un buen corte de pelo? ¿Y el tinte, les sienta bien el color que llevan? Nos hemos hecho estas preguntas y se las hemos trasladado a Noelia Jiménez, estilista y peluquera que nos ha echado una mano con sus consejos profesionales en cuanto a mejorar la imagen de nuestros políticos.
¡Ay qué ver qué pelos llevan algunos políticos! (no voy a decir políticos y políticas, que ya está bien de escribir mal). Me llevan unos pelos… Unos por exceso, parece que se van de boda, y otros por defecto, que según salen de la cama, se duchan, se peinan y tal cual se van al Congreso. Señores políticos, que nos representan a todos nosotros. Hagan el favor de ir, ya no digo a la última, pero sí apañaditos. Esos tintes, señores (y ahora me refiero a los hombres), que les ponen años en lugar de hacerles más jóvenes. Déjense las canas, que les quedan muy bien.
Noelia Jiménez, estilista formada por el gran estilista Michel Meyer, tiene su salón al ladito mismo de El Retiro donde atiende a hombres y mujeres. De ninguno de los diez políticos del panorama actual, cinco hombres y cinco mujeres, ha dicho que estuviera perfecto. Va a ser que se dedican sólo a la cosa pública y desdeñan la cosa privada. Así que, hemos metido tijera para dejarlos más bonitos que un San Luis.
Fuera tinte, don Mariano: si tiene canas, tiene canas. “Le trabajaría los volúmenes del corte, porque como tiene muchas ondas, no lo lleva bien cortado, y en un pelo con tanta onda hay que usar algún producto. Arriba se levanta mucho y luego baja el cabello; dejamos entonces la capa de arriba más larga para que rellene la de abajo y no haga esas montañitas. La raya tan supermarcada se la dejo porque es su estilo y porque como tiene el rostro muy alargado al hacer una raya muy baja, armonizas más ese volumen tan alargado. La longitud me parece correcta y esa calva incipiente, tendría que disimularla con algún producto, como las fibras capilares. Y le dejaría la barba, sin duda y así, canosa, porque en el rostro del señor Rajoy le da un poco de informalidad. No tiene un corte fino, no”.
Modernícese, señor Rivera, que es usted muy joven. “Para mi gusto va demasiado arreglado. Le dejaría el pelo un poco más largo para que se le quite ese aspecto encrespado, que parece que es que tiene mucho pelito corto en la raíz y largos en la punta, como si tuviera un principio de calvicie. Le dejaría el cabello un poco más largo, le apuraría la nuca y la patilla, también algo más larga, pero apuraría el arco de la oreja. Y le quitaría ese flequillo tan aplastado. Muchas veces va demasiado peinado y si se peina tanto, que no lo aplaste, simplemente que se pase los dedos para que quede un poco despegado de la frente, más natural. Y la raya no tan marcada, que la lleva prácticamente encima de la oreja. Y sin fijador. Es un chico guapo, pero no lleva un buen corte de pelo y parece que trata de ocultar las orejas pero así no lo consigue”.
No se ofenda, señor Iglesias, pero le cortamos la coleta. “Le dejaría un corto largo, le quitaría la coleta. Con su aspecto físico, muy acorde con su personalidad, le dejaría un corto largo que con el gesto de la mano llevándolo hacia atrás ese pelo se abra hacia donde quiera, la nuca un poco larga como a dos tres dedos del nacimiento, para que detrás de las orejas le salgan unas puntitas, unas chibarrillas. Nunca le haría un corte muy clásico porque no va con su persona. Y con un pelo corto pero larguito estaría guapísimo. Y, por supuesto, le dejaría la perilla, que le queda bien con el óvalo que tiene.”
Menos fijador, por favor, don Patxi: “Como tiene un pelo canoso, se harta de ponerse fijador muy mate. Le apuraría con maquinilla toda la nuca, la patilla hasta la sien y arriba dejándolo más largo, y si quiere ponerse fijador y la raya al lado que se los ponga. Él por su forma de cráneo tiene la parte de la coronilla más elevada que la zona de la frente y con el corte que lleva le hace muy feo. Le dejaría un pelín más largo el flequillo y un poco más apurada la coronilla y tendríamos una cabeza bonita y luego que se ponga fijador o lo que quiera. Da la impresión de que sale de la ducha se peina todo el cabello hacia adelante, se hace la raya, se pone cera o fijador y no se lo trabaja más.”
Es usted muy guapo, señor Sánchez, pero no se saca partido. “Es uno de los políticos más guapos, pero para mí lleva una cabeza demasiado pequeña para lo alto que es y los hombros tan anchos que tiene. No puede llevar tampoco el pelo muy largo, pero sí le dejaría la nuca apurada y las sienes un poco más largas porque a la altura de la sien se le hunde mucho el rostro. Si dejas el pelo que hay por encima de las orejas más largo, compensas el volumen. Con los dedos se levantaría ligeramente el flequillo, un poco más largo, hacia atrás, que tuviera un poco más de recorrido, no mucho, 4 o 5 centímetros y por supuesto, le quitaría esa patilla tan corta y tan marcada, y se la dejaría un poco más larga, tan sólo un centímetro más y dejas un rostro más armonioso. Con esto tendría un aire de naturalidad”.
Señores políticos: les hemos hecho parte del trabajo; ahora les toca a ustedes cambiar de look. ¡A ver si nos hacen caso!
Salón Noelia Jiménez
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