El sector de la perfumería saca pecho y exhibe orgullosa sus buenos resultados. Después de unos annus horribilis, el consumo de perfumes y cosméticos creció un 3,25% durante 2016 llegando hasta los 6.660 millones de euros, y ya es el segundo año de datos positivos. Un crecimiento en el que las redes sociales han influido mucho más de lo que podrías imaginar.
Que las instagramers con más seguidores cobren auténticas millonadas por acudir a la presentación de un nuevo cosmético o por subir una foto con él sobre sus labios cobra algo más de sentido –aunque sigue siendo desmedido- a tenor de los resultados presentados por la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa).
El segmento de cosmética de color, que integra productos como maquillaje facial, labios, uñas y ojos, crece una media del 8% impulsado por la moda del “selfie” y la importancia de la imagen personal en redes sociales, el año pasado vendieron nada más y nada menos que 649 millones de euros. Y de todos ellos, las redes sociales disparan especialmente el consumo de labiales, que sube un 12%, en 2016 se vendieron más de 17 millones de unidades.
Para salir bien en la “autofoto”, hay que tener buen cutis. Nos preocupamos por nuestro aspecto y por eso la del cuidado de la piel es la categoría de mayor consumo en España –un 28% del total, con unas ventas de más de 1.886 millones de euros el año pasado, casi un 4% más que el anterior-. Y parece que la importancia de la protección solar va calando: la venta de fotoprotectores crece a buen ritmo, un 9%.
Y aunque en las fotos el perfume no puede olerse, también aumentan sus ventas, especialmente de los de alta gama. Nos estamos volviendo más selectivos y el aumento de las ventas en este sector se produjo, sobre todo, en las fragancias de lujo.
Pocas mujeres prescindimos del labial, somos conscientes de la importancia del cuidado de la piel, nos gusta un buen perfume pero, ¿nos importa poco el aspecto de nuestro cabello? Pues según los datos de Stanpa sí. Quizá no sea tu caso y lo mimes a conciencia, pero las cifras no engañan y su consumo está bastante estancado: aunque la venta de productos para el cabello detiene su descenso, su crecimiento no llega ni a un 1%.
Tampoco son buenos los datos de los productos para el afeitado –su venta desciende un 2,9%- y la culpable es clara y peluda: la barba. La tendencia más velluda supone un ahorro cosmético para sus portadores que no han cambiado el aftershave por los productos creados para el cuidado de la barba.
La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética sabe lo que compramos y donde lo hacemos. Y confirma lo que ya veníamos anunciando desde hace unos años: que las farmacias se han convertido en la tienda cosmética para muchas y muchos. Durante 2016 todos los canales han aumentado sus ventas, pero el canal farmacia ha sido de los de mayor crecimiento, con un 5,5%, seguido del canal selectivo –lujo-, con 4,9%, demostrando la vuelta de los consumidores al consumo de cosmética y perfumería de alta gama.
¿Cuáles son los hábitos de los españoles?: el compra de 47% compra perfumería y cosmética en centros de gran consumo, el 22% compra en farmacia, muy seguido de los canales selectivos donde se compra el 21%, además de otros canales como la venta directa, la estética profesional y la peluquería que acaparan un 10%.
Pero en los buenos datos también influyen lo que vendemos fuera de nuestras fronteras. Las exportaciones españolas de perfumería y cosmética han aumentado un 6,4% respecto a 2015 llegando a los 3.536 millones de euros. Vendemos al extranjero más que otros sectores emblemáticos como el vino, el calzado o el aceite. ¿Y a donde van nuestros productos de belleza?: dentro de Europa a Portugal y Francia; fuera del continente y por este orden: EE.UU., Emiratos Árabes, México, Chile y Rusia.
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Beatriz Peña 
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