La cosmética orgánica de JyB llega desde Bélgica y no de Escocia como podía presuponerse por sus iniciales. Otra nueva marca nicho con la bandera de la cosmético bio y el uso de productos orgánicos “lo más natural posible, con texturas y fragancias deliciosas y, sobre todo,…¡con eficacia duradera”. Con cuatro años de antigüedad, JyB ofrece una gama de productos sin parabenos, ni colorantes, ni derivados del petróleo, y producidos a pequeña escala en cámaras al vacío para no perder ninguno de los principios activos.
La idea de realizar esta nueva línea de 10 productos salió de la mente de dos hombres, Charles-Antoine Huybrechts, presidente y co-fundador de la marca y Jean-Yves Berlemon, dos belgas apasionados por el mundo de la cosmética. A ellos se unió Patrick Gonry, especialista en cosmetología orgánica con 20 años de experiencia en el sector. Después de analizar el mercado de la cosmética orgánica, llegaron a la conclusión de que se podía hacer más y mejor. Y se pusieron a ello trabajando durante cuatro años.
Patrick Gonry, cosmetólogo, que ha trabajado en otras muchas marcas de cosmética, ofreció durante la presentación a la prensa una estupenda clase de cómo funcionan los principios activos en la piel y cómo saber qué productos compramos. ¿Qué hay que hacer? Leer los ingredientes. Y, según las palabras del propio Gonry, la efectividad de las cremas JyB se derivan de la más alta concentración de principios orgánicos, con certificado de origen, que existe en el mercado, que cualquiera de sus productos tiene que tener una función y que la diferencia entre los productos naturales y bio orgánicos (los de JyB) es que estos últimos sólo se cultivan de la misma forma que lo haría la naturaleza, sin pesticidas ni insecticidas, que sólo utilizan aceites vegetales en su cosmética, como tamanu, argán y espino marino, que están considerados como aceites preciosos por su elevado coste y su gran riqueza de principios activos. Y presumen de que no hay secretos en sus fórmulas y que todo está en la etiqueta. La fase acuosa, un 57% como máximo, está constituida por agua orgánica de rosas de Bulgaria. También explicó que las moléculas infinítamente pequeñas de la fase oleosa consiguen integrarse en la fase acuosa sin que ninguna predomine sobre la otra.
También hizo énfasis en los perfumes que utilizan, que también están regulados por una normativa comunitaria ya que, según explicó Patrick Gonry la mayoría de las alergias en cosmética se debe efectivamente a los perfumes.
Logo que explica los principios de la marca.
El curioso logotipo de JyB también tiene su explicación. El lazo simboliza la unión de los dos creadores de la marca; la rosa, la perfección; el unicornio, la belleza; el león, la fuerza; la estrella de ocho puntas (en el culo del unicornio), el amor porque JyB está hecha con amor; el lirio, la pureza; la corona, la soberanía absoluta porque es la marca con los porcentajes de ingredientes orgánicos más altos; el muérdago, porque todo lo cura y JyB trata todo tipo de pieles; la cinta es la expresión de la victoria por la combinación de sus texturas e ingredientes; la hoja de acanto que significa el triunfo por la culminación del proyecto y el sombrero, que simboliza la libertad.
Y con estos principios tienen ya en el mercado diez productos que cubren las necesidades de la piel tanto de las mujeres como de los hombres que prometen una caducidad de 30 meses desde su fabricación debido al uso de conservantes naturales y garantizan una estabilidad de seis meses una vez abiertos.
Gel limpiador: elaborado con macadamia, que es rica en vitamina E y que sirve para limpiar e hidratar; flor de azahar, para purificar y equilibrar. He probado ya esta limpiadora y su textura es de gel, suave y ligera. Se aplica con el rostro algo humecido y se aclara con agua.
Precio: 38 euros
Agua floral facial: el complemento de la limpiadora está elaborada con rosa de Bulgaria, hamamelis y flor de azahar para limpiar, calmar y tonificar. La he probado junto con la limpiadora y ambas son agradables de usar y en el algodón no queda rastro de suciedad. La marca promete que las rojeces desaparecen, los poros se contraen debido al efecto astringente y la piel queda hidratada y fresca.
Precio: 28 euros
Crema de día ultra activa 24 horas: con protección UV, es rica en espino marino, vitaminas A, C, D, K, F y E, omega 3, 5, 6, 7 y 9, rosa mosqueta, macadamia y jojoba. Es una crema hidratante y anti envejecimiento para todas las pieles excepto para las muy secas que deben usar el aceite facial, que produce una hidratación más profunda.
Precio de la crema de día: 46 euros y el aceite, 39 euros
Crema de noche reparadora y antiarrrugas: con aceite de albaricoque, manteca de karité que nutre, repara los efectos de los rayos UV y los radicales libres y erradica los signos de fatiga a la vez que estimula la piel para mejorar la síntesis del colágeno.
Precio: 54 euros
La firma tiene también un contorno de ojos (39 euros), una mascarilla hidratante y reparadora (39 euros), una mascarilla exfoliante (30 euros), y para cuerpo, leche corporal hidratante (38 euros) y la crema imprescindible, con propiedades calmantes para picaduras de insectos, manchas, grietas… (25 euros).
El packaging es cómodo, lo que a mí, personalmente, me parece muy importante y según la marca con este tipo de envase airless (envase en el que las cremas no entran en contacto con el aire y están protegidas de la luz para evitar la oxidación de las cremas) patentado, que protege la fórmula al cien por cien, “se garantiza un aprovechamiento del producto que alcanza el 98% del acabado” (tendríais que ver cómo apuro cada crema ¡hasta el extremo!).
Ya a la venta en farmacias y parafarmacias.
angeles dice:
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