Su mala fama les precede. Un día les colgaron el sambenito de alimentos malos y con él han tenido que cargar hasta que nutricionistas, endocrinos y estudios científicos se lo han quitado. De repente han pasado de estar en la lista negra a ser saludables. Éstos son los 7 alimentos que siempre pensamos que eran nefastos para la salud, y ahora resulta que son buenos.
1.Café. Durante mucho tiempo los que no podíamos renunciar a nuestra taza de café por las mañanas éramos vistos por los amantes del té como suicidas del día a día, capaces de envenenarnos desde bien temprano. Pues bien, el café, denostado durante décadas resulta que, consumido con moderación –como debe hacerse todo en esta vida-, tiene beneficios nada desdeñables. Según un estudio elaborado por la Escuela de Salud Pública de Harvard está relacionado con un menor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. Hay investigaciones que demuestran que los bebedores de café son un 50% menos propensos a padecer cáncer que los que no lo consumen –los efectos preventivos son especialmente relevantes en el cáncer de próstata, colon y mama-. Su consumo ayuda a mejorar la memoria a corto plazo y aumenta la eficacia de los analgésicos en el organismo. Además, ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer, la demencia o el parkinson.
2. Huevo. No sé en tu casa, pero en la mía se cenaba huevo una vez a la semana y a veces menos. Su mala fama de alto en colesterol caló hondo en muchos hogares. Pero su suerte –y la de madres y padres necesitados de resolver las cenas de sus hijos- ha cambiado y los últimos estudios realizados, demuestran que el consumo de huevos no hace que el nivel de colesterol en sangre aumente si se consume un huevo al día, siempre y cuando, claro, se goce de buena salud. En las personas con el colesterol alto o que sufran una enfermedad cardiovascular, hay que restringir la ingesta porque el objetivo siempre es reducir el colesterol lo máximo posible. La clara aporta proteínas de la más alta calidad sin aportar grasa, que sí aporta la denostada yema, pero tampoco tanta y por contra es rica en vitaminas A, E, D, leticina, vitamina B12 y ácidos grasos esenciales omega 3.
3. Patata. Seguramente sea el vegetal peor tratado, este tubérculo barato e ingrediente principal de uno de los platos estrella de nuestra gastronomía se suele incluir en la lista de alimentos a evitar debido, la mayoría de las veces, a la manera de cocinarlas y a lo que acompaña. Pero cocidas o asadas están prácticamente libres de grasas, son una valiosa fuente de hidratos de carbono (energía fundamental para afrontar el día a día), vitamina C, vitaminas del grupo B, potasio y oligoelentos, además de tener un alto contenido en fibra.
4. Pan. A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir 250 gramos de pan al día es casi relegado al olvido por quienes se preocupan mucho controlar su peso. Y si hablamos de dietas, el pobre queda eliminado casi de manera fulminante. Pues bien, el pan es un alimento bajo en grasas, contiene pocas calorías y es rico en hierro, magnesio y vitaminas B1, B2 y B6.
5. Carne de cerdo.Como del cerdo se aprovechan hasta los andares, todas sus partes se meten en el mismo saco y tradicionalmente se ha pensado que era poco saludable. Aunque se consideraba carne roja, la Unión Europea ya la ha incluido dentro de las carnes blancas. Y lo cierto es que si se comen solo las partes magras, es tan ligero como por ejemplo el pollo: los filetes, el lomo o el solomillo de cerdo tienen las mismas calorías que una pechuga de pollo sin piel y sólo contienen 2,65 g de grasa total por cada 100 g, con 1,1 g de ácidos grasos monoinsaturados y 0,65 g de ácidos grasos poliinsaturados, es decir, de grasas buenas. Es una una fuente excelente de proteínas de alta calidad, con un 40% de aminoácidos esenciales, y es rica en hierro, zinc, fósforo, sodio, potasio y vitaminas del grupo B.
6. Aguacate. Aunque su aporte calórico es alto -160 calorías por cada 100 gramos- es una fuente excelente de fibra, magnesio, ácido fólico, proteínas, potasio y vitaminas B6, E y K. Si bien en dietas estrictas puede no ser el alimento más adecuado, en el marco de una dieta variada y saludable es completamente recomendable. Pero y aún en caso de buscar una pérdida de peso, según demuestra una investigación realizada por el departamento de Nutrición de la Universidad de Loma Linda en California (Estados Unidos), añadir medio aguacate al menú diario reduce un 40% el deseo de picar algo durante las tres horas siguientes.
7. Chocolate. Era uno de los primeros en eliminarse de cualquier dieta, pero afortunadamente el chocolate negro, -con más del 70% de cacao- se ha ganado a pulso su buena fama y su consumo, moderado claro, está recomendado incluso cuando se quiere perder peso. Es una valiosa fuente de antioxidantes, protege contra las enfermedades cardiovasculares e incluso como recuerda la Dra. Rosso, nutricionista del Centro Médico Lajo Plaza, aporta triptófago, un precursor de la serotonina, la hormona de la felicidad y de la saciedad.