La calvicie está más cerca de solucionarse con los modelos fisiológicos en 3D desarrollados por L’Oréal y Poietis.
El desafío de lograr que el pelo vuelva a crecer es quizá uno de los retos de la ciencia. Y en ello se están ocupando dos empresas de peso: L’Oréal, lider en cosmética y Poietis, que desarrolla modelos fisiológicos en 3D.
¿Dejaremos de estar calvos? En eso se afanan estas dos empresas punteras que han unido sus esfuerzos para que la calvicie sea sólo un mal recuerdo.
La calvicie se resiste a la ciencia, casi tanto como los catarros, que no hay manera de atacarlos tampoco y este año están durando mucho. Al grano: que todos los años nos encontramos con varios estudios para frenar la calvicie y yo sigo viendo calvos por las calles. ¡Y calvas!, que la calvicie no sólo es un asunto masculino, aunque los hombres nos ganan a las mujeres en esto: con más de 50 años, la mitad de los hombres son calvos y cuando se hacen más viejos, se tornan más calvos. Hay excepciones, claro: hay calvos con 25 años (mi primo Tino es un ejemplo, que luce cráneo mondo y lirondo desde esa edad más o menos), y quienes siguen con una mata de pelo envidiable pasado el medio siglo.
Lo último lo firman L’Oréal y Poietis, empresa francesa que desarrolla tejidos biológicos humanos para aplicaciones en investigación y medicina regenerativa. Desde hace más de 30 años, L’Oreal invierte en ingeniería tisular en el campo de la piel y posee conocimientos y experiencias únicos en el campo de la biología del cabello. Ambas compañías se han impuesto un reto científico inédito: bioimprimir un folículo piloso, el pequeño órgano que produce el cabello, con una bioimpresora.
Fabien Guillemot, presidente y director de Poietis, ante una de las bioimpresoras, y supongo que uno de los más interesados en que esta tecnología funcione.
La bioimpresión se inició en 2011 y surge de la combinación de surge de la combinación de la biología, la creación de biomateriales y la impresión 3D. La bioimpresión de los tejidos biológicos asistida por láser desarrollada por Poietis permite colocar las células en 3D con una gran precisión (una resolución celular del orden de una decena de micras) y una viabilidad celular extremadamente elevada (+ del 95%). Esta bioimpresión única se lleva a cabo mediante depósitos sucesivos de microgotas de tintas biológicas que contienen algunas células, capa a capa, por medio de un barrido rápido del rayo láser. El tejido biológico vivo creado entra a continuación en un proceso de maduración de alrededor de tres semanas antes de ser explotable para los tests.
Esta tecnología exclusiva podría desembocar en la obtención de un folículo funcional capaz de producir cabello y permite entrever que existen posibilidades reales de reproducir un folículo piloso por bioimpresión. Ya sabéis que los folículos pilosos son los órganos encargados de producir el cabello y que hay alrededor de 150.000 en el cuero cabelludo humano y se trata de uno de los órganos más complejos del cuerpo humano debido a su estructura y su comportamiento.
La bioimpresión presenta una serie de ventajas, como es la automatización de todos los procesos de cultivo celular y que permite una organización de las células extremadamente sofisticada, similar a la que se encuentra en los tejidos nativos, por lo que proporciona la posibilidad de crear tejidos muy complejos. Además, permite la personalizacion, por lo que se consigue reproducir tejidos a medida.
Esta colaboración de ambas empresas punteras en investigación en biología e ingeniería del cabello permitirá con el tiempo abrir nuevos campos en el conocimiento del pelo y disponer de muestras de cabello impresas a partir de células.
Como siempre, en Belleza Pura os seguiremos informando.
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