¿Cómo te vas a portar en las comidas de Navidad? ¿Como si estuvieras en una bacanal o con sentido común? Cuca Azinovic nos cuenta algunas claves para vivir la mesa con un nuevo invitado: Mindfulness.
Sí, la cuenta atrás para la Navidad ha comenzado. A escasos días de zambullirnos en las pantagruélicas comidas de Navidad en toda su complejidad, proponemos dedicar un tiempo a trabajar la atención plena frente a la comida para manejar con acierto estas fechas tan señaladas. Que no nos pille enero hastiados de placeres, de misantropía y de autoflagelo. Para ello, contamos con los consejos de Cuca Azinovic, responsable de Bienestar Consciente y guía curtida en mil batallas a favor de uno mismo. Por una navidad consciente y ‘sentida’ en profundidad.
Belleza Pura: ¿Qué significa ‘atención plena’ y cómo podemos aplicarla en la mesa?
Cuca Azinovic: Atención plena, o consciencia plena, o Mindfulness, es la capacidad de estar presente con la experiencia directa e inmediata de lo que está ocurriendo en este momento, con una actitud de apertura y curiosidad, sin juicios. Te permite observar el funcionamiento de tu propia mente para lograr introspección acerca de tus pensamientos, emociones y conductas.
La práctica de alimentación consciente desarrolla la conciencia y rinde homenaje a la sabiduría interna que puede guiar la elección de alimentos y apoyar la alimentación para el bienestar. A través de la alimentación con atención plena podemos transformar nuestra relación con la comida. Su filosofía central no es cambiar lo que comes, sino cómo comes.
Se vive en profunda conexión con el cuerpo.
Alimentación Consciente NO es una técnica,
ES UN PROCESO
BP: La Navidad supone una sucesión prácticamente interminable de comidas copiosas en situaciones familiares que pueden ser estresantes. ¿Cómo podemos afrontar tanto exceso?
CA: El problema de las Navidades es que poco a poco a medida que el consumismo ha ido asentándose en nuestras vidas, el verdadero sentido de las Navidades se ha ido perdiendo. Incluso si no sentimos una conexión religiosa, las Navidades son un buen momento para el encuentro, la gratitud, la celebración del año que termina y un sinfín de cosas más. Es decir, pueden tener el significado que cada uno le quiera dar.
Cierto es que también es momento de recuerdos y de encuentros con personas o familiares que nos pueden resultar estresantes. Y precisamente por ello, es un buen momento para darnos el mejor regalo que podemos darnos: cuidar nuestra salud.
¿Cómo? Aquí van una serie de recomendaciones para poder cuidarnos:
- Buscando un buen equilibrio entre el encuentro con otros y el encuentro con nosotros mismos. Equilibrar el tiempo que dedicamos a los demás con el que nos dedicamos a nosotros.
- Cuidando con quien realmente queremos vernos y eligiendo: no tenemos que ir a TODAS las comidas, o aceptar TODAS las citas. Sin embargo, la capacidad de elegir, que es inherente al ser humano, se puede convertir en una gran virtud en estas fechas. Recuerda que la primera persona con la que “quieres quedar bien” es contigo. Y si no podemos elegir por alguna razón, entonces cuidémonos antes del encuentro, de tal manera que podemos llegar serenos y centrados el evento.
- Programando encuentros para hacer actividades físicas en compañía, o salir a la naturaleza. La naturaleza tiene otro ritmo, más lento, más sabio. Entrar en contacto con ella nos ayuda a reducir las revoluciones que se generan en las calles, las tiendas, los bares para equilibrarnos de manera natural.
- Y recordemos que en Alimentación Consciente, siempre buscamos el punto que nos de satisfacción con la comida. Y que para encontrar esta satisfacción no necesitamos llenarnos, sino comer variado, despacio, disfrutando de cada alimento, y acabar la comida cómodamente lleno y sin hambre. ¡Y disfrutarla en buena compañía!.
BP: Si me paso en una comida, ¿es recomendable compensar con la siguiente o quizá me ayude más la meditación?
CA: Si nos pasamos con una comida, lo más importante es no dramatizar. Muchas veces, un exceso nos puede llevar al pensamiento de “todo o nada” y es cuando nos enredamos en una cadena de profunda insatisfacción.
En estas fiestas es especialmente importante estar en contacto con nuestro cuerpo, escuchando lo que necesita, lo que realmente necesita en cada momento. Pero se trata de “sentir” lo que necesita, no de “pensar”. Y para “sentir” la meditación es de gran ayuda, pues nos ayuda a acallar la mente para bajar al cuerpo. Y “conectar” con aquellos que realmente necesitamos para cuidarnos.
Para aprender a escuchar el cuerpo, como con cualquier escucha atenta, hace falta silencio, hace falta provocar momentos de encuentro.
Y, ¿cuándo podemos crear esos momentos de encuentro? A través de la meditación, cuando me alimento y con la actividad física.