Sin culo no hay paraíso, querida persona física, ve tomando nota para tus próximos ejercicios de fe. El reinado de los pechos generosos como cirugía estética más demandada lleva tiempo en declive a favor de otros volúmenes tradicionalmente a la cola. ¿Una explicación quieres? Según el Dr. Jesús Benito vicepresidente de Cirugía Estética de la SECPRE: “El motivo de este auge de las gluteoplastias de aumento es fundamentalmente mediático, por la innegable influencia social de celebrities como Kim Kardashian o Beyoncé. Incluye también la interacción creciente, vía redes sociales, entre pacientes españolas y de América Latina, donde el canon estético ha tendido habitualmente hacia glúteos de mayor tamaño que en Europa”.
En Belleza Pura ya te anunciamos, cual arcángeles, que la segunda década de los doble cero sería la del culamen ancho y respingón que define una silueta con forma de ánfora. La SECPRE confirma, con datos al peso, que las intervenciones de aumento de glúteos han crecido casi un 30% en dos años y nos explica cómo alcanzar ese codiciado edén por las nalgas.
Para ir de culo (y cuesta arriba), existen varios sistemas: 1) Congregar la genética adecuada en la cadena de montaje que se nos da desde que somos tiernos cigotos. 2) Trabajar la zona con ejercicios localizados que incidan en el volumen y la definición. 3) Pasar por quirófano, la solución más invasiva y cara, tanto en coste económico como en el tiempo de recuperación. Aclarado esto, veamos cómo se están realizando las últimas intervenciones en cirugía estética para que sepas si es la opción que te conviene.
Volumen sí, pero sobre todo definición
“La inmensa mayoría de las personas interesadas en esta intervención”, aclara el Dr. Benito, “no busca conseguir glúteos muy grande, sino que, como ocurre en todas las intervenciones que implican una remodelación del contorno corporal, se dejan asesorar por el cirujano plástico para que el tamaño mantenga la proporcionalidad adecuada con el resto del cuerpo”. Es decir, díficilmente te harán un Kardashian si eres menuda. Y, si te lo hacen, sospecha. Armonía siempre.
Engrasar la maquinaria. ¿Es oro todo lo que reluce?
Existen dos procedimientos para lograr el culo deseado: los implantes de prótesis o la infiltración de grasa autóloga (extraída de otra parte del cuerpo de la candidata). También se puede combinar las dos técnicas para aunar la proyección que da el implante con la naturalidad de volumen y superficie que proporciona la grasa. Pero, ¡ojo! La grasa autóloga no siempre arraiga bien, ni es estable, puede sufrir calcificaciones. Tu cirujano plástico deberá informarte de todos los riesgos y cuidados que implica esta técnica.
El implante se coloca por encima del músculo subcutáneo para lograr más volumen o por debajo, posición que ofrece más garantías de fijación.
Mueve tu cucú (pero con cuidado)
Existe un riesgo de desplazamiento del implante, de modo que el cirujano debe ser, siempre, un profesional con la titulación oficial de Cirugía Plástica Estética y Reparadora. La infiltración de silicona no se recomienda en ningún caso “dado que se trata de un producto no aceptado por la comunidad médica ni por ninguna asociación de Cirugía Plástica, y su uso puede entrañar un riesgo grave para la salud del paciente”.
Así las cosas, ¿cómo lo ves, amiga de disimulado pandero? ¿Team Olivia Palermo o Team Kardashian?