Melena Morrison, pelos de rock en tendencia

A estas alturas de película, que hasta los niños de 5 años llevan camisetas de los Doors por obra y gracia de H&M, y que no queda resquicio de humanidad que no les rinda culto en lo estrictamente musical, reivindicamos la figura de Jim Morrison en esa cuestión capital que nos trae de cabeza, niños y niñas. La MELENITA.

Sí, amigas de Riders on the Storm. Ese añorado pelo bola con deje de animal nocturno, ese halo capilar que aporta donosura, charme e incluso un toque santoral y místico, es, por derecho propio, uno de los estilos de la temporada. Un shag rizado que recuerda la señera década de los 70 y a uno de sus popes más logrados (o será malogrado). Así que toma nota y, si tienes rizo, abrázalo con fuerza y deja de luchar contra él. Esta temporada la tendencia está de tu lado, y cómo…

Ahuecado y leonino. Salvaje, icónico. Con ondas o rizos rotos, siempre peinado y siempre despeinado. No puede ser más cómodo, sobre todo si la naturaleza en pleno te dotó de esa onda acanalada, pulida y volátil. Es el Morrison, un tipejo que cada noche asalta la barra del bar y se casca una imitación lamentab, un estilo capilar que aprovecha que la onda pasa de raíz de puntas para recrear una melenita al hombro de lo más favorecedora.

Sobre todo si tu rostro es ovalado, anguloso y de correctísimas facciones clásicas, como en el caso del cantante de los Doors. O de las modelos Antonina Petcovic, Steffy Argelich o Mika Arganaraz. Como bien explica Eduardo Sánchez, capo de Maison Eduardo Sánchez: “Este carré actualizado es una opción perfecta para cabellos de naturaleza lisa o ligeramente ondulada. Y en cuestión de fisionomía, los rostros ovalados y angulosos levantarán este look a la perfección mientras que uno redondo necesitaría un flequillo en versión ladeada para conseguir un extra de movimiento. Tanto el flequillo como el largo de la melena se desfilan con un degradado bastante pronunciado, de esta forma el acabado respira ligereza y frescura. Para un corte siempre perfecto sería necesario retocarlo cada 8 semanas”.

¿Y si no tienes rizo? ¿Debes conformarte con el Stewart? (de Rod, no de James). Pues no, alocada compinche. La tenacilla es tu amiga. Con esa herramienta, lograrás un rizo perfecto, que después puedes fijar con laca. A continuación, carda un poco la raíz y ‘rompe’ los rizos para lograr un efecto despeinado más natural. Imprescindible un spray de brillo en cualquiera de los casos porque el rizo tiende a ser opaco.