Difícil ha sido este verano pillar días sin viento de Levante este verano en Cádiz. Aproveché uno magnífico con el mar como un plato pero con brisa para que me dieran un masaje Tui Na en la nueva Sky Wellness Terrace -centro de masajes y tratamientos al aire libre con vistas al Océano- en el Barceló Sancti Petri Spa Resort. Toda una experiencia de sentirse bien y de reencuentro cuerpo-mente.
Subes a esta maxi azotea-terraza y divisas a tu derecha toda la urbanización de Sancti Petri -enmoquetada por cientos de pinos de copa aplastada por los embates del viento-, el Puerto de Santa María, Cádiz… A la izquierda, Conil de la Frontera, Caños de Meca, el faro de Trafalgar. Enfrente, el Atlántico a lo bestia y un bosque de palmeras, flores tropicales, arbustos, vegetación y piscinas del hotel. En medio del mirador, las casetas de madera de estilo oriental con las camillas de masaje. No está mal el marco de la historia.
Te tumbas y mientras contemplas las olas, la masajista te explica que cada cabina se centra en uno de los cinco elementos: tierra, agua,aire, madera y metal. El masaje Tui Na se basa en la medicina tradicional china, que utiliza el masaje como medio terapéutico y nace en la dinastía Ming (2500 años de antigüedad) para restablecer el equilibrio psico-físico-energético.También te cuenta cómo, en función de cómo esté tu musculatura y tono vital, mezclará diferentes aceites esenciales. El primer masaje superficial que abarca todo el cuerpo huele a una mezcla muy dulce de camelia y magnolia. Después, y muy despacito, se dedica a cada zona específica: espalda y columna con otra mezcla de principios mentolados que refrescan las lumbares, doloridas de todo un año frente al ordenador. Abdomen, escote y pecho para movilizar intestino, estirar la musculatura. Piernas, en masajes rotatorios para drenar y deshinchar.
Maravilloso el tiempo dedicado a los pies y a cada uno de sus dedos. Uno veleros escoran en el horizonte y huele a salitre y a jazmín. No hay música, sólo el rumor del mar. Casi dos horas que pasan volando y parecen una. Los aromas y esencias siguen cambiando; también las posturas sobre la camilla. En ningún momento se incide en una contractura en concreto; el mío es un masaje sobre todo relajante, más que terapéutico, aunque yo me siento mucho mejor que al empezar. Terminamos y me siento con la masajista en una cabinita con cojines para llevar a cabo la ceremonia del té, final indispensable de este ritual.
“Se bebe té para olvidar el ruido del mundo…”, dice la filosofía del Gong Fucha, como se llama esta ceremonia en China. Lentamente nos sirvieron el té en los típicos cuenquitos, brindamos y lo bebimos pensando en los cuatro conceptos que nos inculca este punto final del masaje: armonía, respeto, pureza y tranquilidad… Y vuelvo a casa envuelta en una nube.
Sky Wellness Terrace del hotel Barceló Sancti Petri Spa and Resort
Masaje Tui Na: Precio: 70 euros/ 70 minutos y 165 euros/ 110 minutos.