Los caftanes, sandalias joya y sombreros pasan a un segundo plano cuando se trata de hacer maleta familiar de vacaciones. En los viajes con niños el equipaje se llena de variadísimos bártulos y muchísima ropa “por si acaso”. Reducir es prácticamente imposible, pero hay cinco básicos que no pueden faltar, polivalentes y que nos sacarán de más de un apuro. ¡Toma nota!
De vacaciones con niños, hay muchísimas cosas que nunca se nos pasan por alto, como provisión de toallitas y pañales, protectores solares, gorritos o antitérmicos, además de miles de juguetes, cubos y palas. Para optimizar el espacio y no cargar más de lo que es humanamente posible, es fundamental recurrir a productos versátiles y eficaces que puedan usarse en diferentes circunstancias. No te pierdas nuestra lista de cinco salvavidas imprescindibles:
- Muselina extragrande: Son paños de tela fina hechos con hilo de algodón o bambú, transpirables, absorbentes, muy suaves y que sirven como arrullo, mosquitera, sabanita para siestas o incluso para improvisar una haima playera.
- Spray de agua termal: Refresca la piel tras la exposición solar, calma las irritaciones y es de mucha utilidad por ejemplo para limpiar los ojos con una gasita. Para los mayores, es reparadora tras el afeitado o la depilación, fija el maquillaje y tonifica la piel.
- Repelente de insectos: Los mosquitos, hormigas y avispas pueden fastidiar rápidamente cualquier salida. Nunca está de más llevar un producto repelente de alta tolerancia que puedan usar niños y mayores.
- Gel de aloe vera: Es antiinflamatorio, hidratante y cicatrizante, calma y repara la piel en caso de quemaduras solares, pequeñas abrasiones o picaduras. Eso sí, para que sea realmente eficaz, asegúrate de que es gel de aloe vera puro y no solamente un cosmético que lo incluya en su formulación.
- Bolsas de plástico. ¿Bolsas de plástico? Sí. Ya sean de las de cierre zip que se usan para congelar alimentos o simplemente las del supermercado. Bien dobladas y plegadas se guardan en cualquier bolsillo y nos sirven tanto para una urgencia de vómitos, pañales sucios o ropa mojada como para recoger conchas de la playa y piedras del campo.
Haz un espacio en las maletas para este kit de emergencia veraniega y prepárate a disfrutar un verano a prueba de imprevistos.