Verano y sol. Vayamos a la playa, la montaña o nos quedemos en la ciudad existe un denominador común: en todos los lugares luce un sol espléndido y… nos afecta a la vista, a nuestros ojos, órgano preciado donde los haya que cuidamos poco. Te contamos qué hay que hacer.
El Sol, esa estrella que se formó hace 4.500 millones de años y que tiene combustible para otros 7.000 millones de años más… ¡Casi nada! Sin Sol nada viviría en el planeta y gracias a él la Tierra se mantiene. Aunque el Sol es nuestra fuente de energía, también puede hacernos daño si no nos protegemos adecuadamente. La protección de la piel frente a la radiación solar la tenemos ya asumida y es normal comprar crema solar con protección para irnos de vacaciones (¡ojo, que también tenemos que protegernos durante los demás días del año!) pero aún no aceptamos que la vista sufre y le hacemos menos caso. El ojo es, después de la piel, el órgano que más probabilidad tiene de sufrir daño por la radiación solar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que más de tres millones de personas cada año quedan ciegas por causa de un exceso de radiación solar.
El Sol emite radiación ultravioleta (rayos UV), que llegan a la Tierra de tres formas: rayos UVA, UVB y UVC. Estos últimos no llegan a traspasar las primeras capas atmosféricas de la Tierra ya que son absorbidos y se quedan retenidos allí. Los UVB sí traspasan las primeras capas de la atmósfera, pero son bloqueados en parte por las nubes y la capa de ozono, aunque son los que más daño pueden causar a los tejidos del cuerpo humano y provocan alteraciones como fotoqueratitis, que produce pequeñas ulceraciones en la córnea, cataratas corticales y eritema solar o quemadura en los ojos. Los rayos UVA son los que están más relacionados con las alteraciones de la retina, como la degeneración macular.
No sé a vosotras, pero a mí leyendo todo esto se me pone la piel de gallina y pienso en la cantidad de veces que salimos a la calle sin protegernos nada aunque sí, muy maquillados los ojos.
Y me asalta una pregunta: ¿no resistimos nada los rayo del Sol? Sí. Por naturaleza, nuestros ojos son bastante resistentes a los daños causados por la luz pero… la edad, la nutrición y otros factores pueden originar esa vunerabilidad. “La radiación UV puede dañar los tejidos de la superficie del ojo, como así también la cornea y el lente”, ha afirmado el doctor Michael Kutryb, oftalmólogo y corresponsal clínico de la Academia Americana de Oftalmología.
¿Qué debemos hacer? Los expertos nos dicen:
- Revisar la vista al menos una vez al año.
- No mirar al Sol directamente.
- Evitar largas exposiciones al Sol, tanto en la playa como en las zonas de montaña o de interior.
- Utilizar lentes de protección homologadas con filtro UV de calidad que bloqueen el 100% de los rayos UV, durante los días y las horas en que la luz solar sea intensa.
- No tomar el sol mientras se llevan puestas lentes de contacto, o bien hacerlo habiéndose asegurado previamente de que son lentes con filtro para rayos UV de buena calidad. Aun así, en caso de tomar el sol, hacerlo siempre con los ojos cerrados, incluso si se llevan las gafas puestas.
- Tener cuidado de que no entren cremas protectoras para la piel en el interior del ojo.
- Las gafas oscuras sin filtro o con un filtro de mala calidad pueden ser incluso contraproducentes.
- Que no os engañen los días nublados. Los rayos solares pueden atravesar la neblina y las nubes de poco espesor. El daño en los ojos provocado por el Sol puede ocurrir en cualquier época del año, no sólo en verano.
- Un buen sombrero también te protege en la playa y en la montaña.
- No os olvidéis ni de los niños ni de las persona mayores, que también están expuestos al sol.
Essilor, líder en lentes oftálmicas, ha desarrollado por primera vez en el mundo de la óptica el Factor de Protección Solar para los Ojos (E-SPF)*, un nuevo índice que indica la protección total que tienen tus lentes (protección para tus ojos y la piel de alrededor).
El E-SPF existe tanto en lentes transparentes como en lentes solares y puede variar de 2 a un máximo de 25 para lentes transparentes y 50+ para lentes solares.
Si tienes dudas, acude a tu óptica, donde te asesorarán y podrás comprar lo que necesites.
Y, por último, el agua de las piscinas también puede irritar tus ojos. Te aconsejamos que si te escuecen o pican te los laves con agua fría, aplica una compresa con agua fresca o unas bolsitas de té húmedas sobre ambos ojos y notarás inmediatamente alivio. Las bolsas de té también son estupendas contra las ojeras y la hinchazón de ojos. También puedes ponerte unas gafas para nadar y así evitas el escozor. Y si los notas secos, nada mejor que aplicarte una solución salina en gotas sobre cada ojo. Y si sigues teniendo molestias, acude al oftalmólogo. ¡Sólo tenemos un par de ojos para toda la vida!