Piensa en un terreno desértico y en cómo la tierra se agrieta y repliega en busca de agua –algo muy parecido a lo que se experimenta cuando vuelves a Madrid desde alguna ciudad húmeda-. Eso es una piel deshidratada, y devolverle el confort es el principal objetivo de la nueva gama Acqua Infini de Galénic.
¿Sabías que el cuerpo se va deshidratando progresivamente a medida que cumplimos años? Es una de las principales causas de la pérdida de agua dérmica, además de las condiciones climáticas, el tabaco, el aire acondicionado o los desplazamientos, e inevitablemente desemboca en un menoscabo de la apariencia de la piel.
Galénic se ha inspirado, precisamente, en el desierto de México y en su particular flora. La Flor de Piedra crece en un entorno árido y baldío que apenas recibe escasos mililitros de agua al año. Para sobrevivir en ese ecosistema tan hostil, genera un sofisticado mecanismo de defensa que la lleva a ‘resucitar’ varias veces acaparando el agua de las gotas de rocío. ¿Un milagro? Llámalo como quieras: ¡la planta es capaz de vivir hasta 300 años!
¿El problema? El desafío a la naturaleza. Extraer estas propiedades únicas que la tierra ha perfeccionado durante milenios de evolución y selección no era fácil. Tenía que ser un laboratorio especialmente habilidoso y científico (incluso artístico), el que lograra reproducir las moléculas de la flor de piedra para trasladarlas a unas soluciones cosméticas excepcionales. La tarea (prácticamente una proeza) se resolvió creando una estructura galénica inédita compuesta por una arquitectura de tamices moleculares, ácido hialurónico y polímeros de gelificación que fijan el agua en la superficie de la piel.
Con esa tecnología nace Acqua Infini de Galénic, una colección de cuatro cuidados con distintas acciones específicas para una hidratación duradera y sin alteraciones. Las cremas se declinan en dos objetivos, para pieles secas o pieles normales / mixtas. Cada paso actúa como potenciador del posterior y, a su vez, adquiere dimensión con el anterior. Así que, siempre que sea posible, es recomendable usar la loción y el suero antes de la crema que te venga mejor por tu tipo de piel puesto que los estudios han demostrado que la sinergia aumenta su eficacia.
Paso 1: la loción.
Se aplica con los dedos a toquecitos (nunca con algodón porque se trata de mantener intacta la estructura del producto). Así conseguirás fijarlo a la piel, suavizarla y que se abran canales en la piel para que penetre bien el resto de cuidados.
Precio: 23,75 euros.
Paso 2: serum potenciador de hidratación (el cuidado más potente de la gama).
Rehidrata y repulpa intensamente gracias a una fórmula reconcentrada de activos que incluye una doble dosis de flor de piedra, tres glicoles fijadores de agua y betaína (sal que fija el agua). A esto se añade un ligero aceite que ejerce un efecto semioclusivo y mantiene el agua sobre la piel.
Precio: 45,60 euros.
Paso 3: la crema refrescante (para pieles secas)
La fórmula más untuosa de la línea. Contiene tres aceites ricos en ácidos grasos nutritivos y vitamina E para compensar el déficit lipídico de las pieles secas.
Precio: 40,90 euros.
Paso 3: la emulsión refrescante (la guinda del pastel y producto megaútil para nuestras pieles mediterráneas normales o mixtas).
La textura te sorprenderá, sobre todo si asocias “hidratación” con “brillos de bola de Navidad”. Se ha emulsionado con un polvo matificante seboabsorbente y proporciona un acabado mate a las pieles normales y mixtas.
Precio: 40,90 euros.
El aroma de la línea Acqua Infini remata estos cuidados de lujo para la piel. Compuesto como un perfume (con notas de salida, corazón y base), arranca con mimosa, muguete y peonía, revela un corazón de heliotropo, iris, loto y magnolia y termina con ámbar almizclado mezclado con madera de sándalo. Piel repulpada, jugosa, tersa, rejuvenecida y con un aroma irresistible. Acqua Infini de Galénic, hidratación hasta el infinito (y más allá).
Ya la venta en farmacias.