Un cabello brillante quiero, y Monsieur René Furterer ha descubierto la alquimia para conseguirlo de forma casi instántanea. Sólo hay que seguir el ritual de tratamiento que propone la gama de higiene y cuidado del pelo: Lumicia, de raíces a puntas.
“Por favorcito, quiero un pelo con un brillo como un rayo de luz cegadora, con el fulgor resplandeciente del propio sol que brilla sobre los cabellos que alumbran nuestros peinados, cortes y estilos de pelo”. ¿Cuántas veces has pedido estos deseos a ‘los hados’ al soplar las velas o al ver pasar una estrella rumbo a alguna conjunción cósmica? Yo, unas cuantas. Más debido a mi pelo rizado / encrespado / frizz / rebelde indomable, una situación (que no problema) que se agrava en verano con los soles, cloros y sales marinas.
Pues bien, ya no pido (casi) nada. ¿Estaré entrando en una fase de comedimiento? Nah, sigo queriendo un cabello brillante y queriéndolo ya. Y el caso es que he probado una solución que me funciona y me apetece recomendar: la nueva gama Lumicia, especial brillo neón, de René Furterer. Mis problemas siguen siendo los mismos, claro, pero oye: tengo un pelazo que da gloria verlo. ¡Hágase la luz!
Esta vez, en lugar de rendir culto a los aceites, resurge el vinagre de aclarado, un remedio infalible utilizado desde hace siglos para dar un plus de brillo al cabello junto al último aclarado después de lavarte el pelo.
Hay que asumirlo: el cabello brillante da imagen de estar más sano. Y eso es difícil cuando vives en una ciudad grande y contaminada, padeces el estrés nuestro de cada día o, sencillamente, te tiñes o peinas a menudo. Si pienso en mi entorno, apenas encuentro pelos brillantes, vamos todas opacas y mates, y con lo que nosotras somos y nos merecemos. Por eso encuentro tan recomendable este producto de René Furterer que consigue cerrar las escamas rebeldes de la fibra capilar con ingredientes 100% naturales, sin silicona. ¿El secreto? La sinergia de dos activos reveladores de brillo: el Alcoholato de Fioravanti y el Vinagre de Acerola. Dos ingredientes clave a la hora de ‘encerar’ la materia prima más castigada que además favorecen el desenredo. What else?…
Me hace mucha gracia cuando la belleza más puntera recupera técnicas ancestrales, como es caso del Alcoholato de Fioravanti. Desarrollado en pleno siglo XVI por el médico Leonardo Fioravanti, consiste en una maceración de 15 vegetales (mirra, jengibre, clavo…) que neutraliza la cal que se acumula en el pelo y facilita el desenredo, lo que es igual a menos daño (y menos rotura) para nuestros pobres pelos.
A esto se añade el poderoso vinagre de acerola, una cereza procedente de América del Sur muy rica en vitamina C (30 veces más que la naranja) y en ácidos frutales. El vinagre obtenido de su jugo es de pH ácido, lo que incide desde otra vía sobre la cal del cabello y consigue que se refleje la luz de un modo único. Como ves, se trata de un producto prácticamente alquímico. La vitamina B5 que remata la formulación contribuye a hidratar el pelo y refuerza su solidez.
La línea Lumicia se declina en tres productos básicos. Los justos y necesarios: un champú para todo tipo de cabellos de textura ligera y cristalina (de uso frecuente), un bálsamo revelador de luz que hidrata y desenreda al instante (¡sin tiempo de pausa!) y un vinagre de brillo en spray que se retira con agua fresca. Notarás la diferencia.
Precios Lumicia de René Furterer:
-Champú Lumicia: 15,65 euros.
-Bálsamo: 19,45 euros.
-Vinagre: 19,45 euros.
Disponible en farmacias y parafarmacias.