Autobronceadores, cómo se aplican

Bronceado sin exposición, moreno saludable sin sol. Si quieres un tono de piel como tocado por el astro rey pero sin someterse a sus agresivos rayos, los autobronceadores son para ti. Y si el miedo a un resultado pésimo te acongoja y te impide lanzarte de cabeza a su aplicación de pies a cabeza, tranquila, hoy estamos aquí para contarte cómo hacerlo para que propios y extraños te crean recién llegada del Caribe.

Llegaron en la década de los 50 del siglo pasado, pero sus resultados hasta hace unos años estaban más cerca de parecer Naranjito -o Donald Trump, que a tono con su mentalidad, sigue usando los de hace 60 años-, que de Gisele Bündchen luciendo tipín. Afortunadamente las nuevas fórmulas han mejorado acabado, textura, aroma, y han desterrado parabenes y derivados del petróleo, aunque su aplicación sigue teniendo su técnica y es importante hacerlo bien para conseguir un acabado natural y nada artificioso.

El milagro se produce gracias a un ingrediente activo: la DHA (dihidroxiacetona). Un carbohidrato que al entrar en contacto con los aminoácidos presentes en las proteínas de la piel, produce una reacción formándose unos pigmentos oscuros en las células más externas de la piel.

1. Lisa lisa. La exfoliación es un mantra repetido una y otra vez cuando os hablamos de bronceado sin sol, pero conviene recordarlo porque es importante. Precisamente porque solo se oscurece la capa más externa, para conseguir un bronceado uniforme la piel tiene que estar limpia, seca y libre de células muertas e impurezas. Desde la marca de autobronceadores St. Moriz nos recomiendan hacerlo 24 horas antes y utilizar un exfoliante libre de aceites, también es importante, añaden, “no delipar la piel las 24 horas previas”.

Para Victoria Cvetkovic, responsable de belleza de Isolée -donde venden los fantásticos autobronceadores de St. Tropez– “es muy importante exfoliar bien zonas rugosas como tobillos, rodillas, codos y muñecas porque son las zonas con una mayor acumulación de células muertas y si no se exfolian bien, el resultado puede ser una tonalidad más oscura que el resto del cuerpo”.

2. Hidratar es la cuestión. St. Moriz insiste en la importancia de hidratar la piel, eso sí, con una crema que no contenga aceites, para que el acabado sea uniforme. Y hacerlo “especialmente en las zonas más secas como las rodillas, los codos, los tobillos, los pies, las manos y el nacimiento del cabello”.

3. Aplicarlo es un arte. Marina Muñoz, Retail Trainer de Kiko Milano es partidaria de hacerlo con un guante aplicador para evitar que las palmas queden manchadas y conseguir que el color quede uniforme sobre la piel.

Guante en mano, empieza a aplicar el autobronceador. Victoria Cvetkovic de Isolée recomienda hacerlo de abajo arriba, en pequeñas cantidades y extendiéndolo muy bien. Empieza por las piernas, primero una y luego otra, después pasa al torso, la espalda, hombros escote y de ahí pasa a los brazos. Pon especial cuidado entre el pie y el tobillo y los brazos y las muñecas, y sé muy cuidadosa en rodillas y codos asegurándote de que impregnas la zona de manera uniforme. Marina Muñoz de Kiko Milano nos dice que hay que ser : las cercanas a los vellos, articulaciones y zonas traseras. Y si decides hacerlo con la mano, después lávalas a conciencia insistiendo en los nudillos y las uñas.

4. En la cara, uno específico. Aunque existen autobronceadores que valen para cuerpo y rostro, es recomendable elegir uno específico para la zona facial. Según Cristina Alonso, Directora de Formación y Promociones de Sisley España deben seguirse las mismas pautas que con el cuerpo, “aplicar el autobronceador sobre una piel perfectamente limpia y después de realizar una exfoliación. Tratándose de autobronceadores de Sisley, no es necesario la aplicación de una hidratante antes del autobronceador”. Cuidado especialmente en la zona de las cejas, evita que se acumule producto y la línea del cabello y la frente, las aletas de la nariz o la parte que separa las orejas del rostro. No te olvides del cuello y la nuca si quieres un efecto natural.

5. Acertar con el tono no es cosa de eruditos. Desde Kiko Milano nos invitan a no coger el primero que veamos y buscar el más adecuado, “existen autobronceadores para piel clara/ oscura y de efecto inmediato (ves el efecto completo en dos horas) o gradual (para aplicar a diario)”. Para evitar resultados indeseados no intentes empezar a lo grande, elige un tono medio, ni muy claro ni muy oscuro. Si tu piel es oscura, tendrás menos problemas que en las medias y claras, éstas deben decantarse por tonalidades medias y las muy claras por fórmulas progresivas para evitar sustos.

6. Como conseguir que dure más. St.Moriz recomienda hidratar la piel de forma diaria y exfoliarla suavemente cada 3 o 4 días para mantener un bronceado más duradero.

7. Los errores más comunes: Victoria Cvetkovic nos cuenta que un fallo recurrente en su aplicación es lanzarse de cabeza a la ducha. “Es importante no ducharse en las 8 horas siguientes a la aplicación del autobronceador”.

8. No estás protegida del sol. Sí, tienes un color precioso, parece que has estado en la playa una semana, pero no te confíes, sigue siendo imprescindible que uses fotoprotector cada vez que te expongas.