La peluquera Diana Daureo inaugura espacio en Madrid. Alquimista del color, amante de la naturalidad y de lo que te hace sentir guapa y no de lo que se lleva, estrena un coqueto salón que tiene hasta zona infantil. He probado su corte de pelo en seco y el fantástico resultado de los barros o henna, ¡te lo cuento!
Diana Daureo es muy joven, al menos para tener su propio salón, pero a sus 32 años no es una recién llegada al mundo de la peluquería, lleva en esto desde los 16 años. Empezó por necesidad como ‘chica para todo’ en conocido salón porque en su casa hacía falta el dinero: barría, lavaba, mezclaba tintes… Y su primer salón lo abrió con 25 años, en la misma acera y la misma calle que el que estrena ahora.
Amante de la naturalidad -no le pidas técnicas agresivas ni estilos extremos-, en la faceta de colorista se encuentra como pez en el agua. Ya ha hecho célebre su técnica de mechas, los “tri-reflejos mix & max”, una especie de babylights para conseguir el tono exacto de una favorecedora caricia por el sol, ya sea la base rubia, morena o pelirroja.
Hechas las presentaciones, os cuento mi experiencia. Con su sonrisa permanente y la buena onda que insufla amar lo que haces, Diana Daureo recorre enérgica su nuevo salón en Madrid, cortando aquí o decidiendo qué tipo de coloración necesita esa melena allá. Orgullosa me enseña cada rincón de su nueva peluquería y especialmente emocionada me muestra el espacio que ha preparado para los más pequeños. Toda una sala con tele y juguetes para hacer compatible el momento “me pongo guapa” con tu papel de madre. Que sí, que lo ideal sería ‘colocar’ a los niños y disfrutar de ti misma en la ‘pelu’, pero ese plan ideal pocas veces es posible.
Diana se toma su tiempo -y creedme que eso, en una jornada de puertas abiertas a la prensa, no es tarea fácil- para analizar tu tipo de pelo, tu estilo, descubrir lo que quieres y lo que necesitas.
Se coloca detrás de mí, me mira a través del espejo y me pregunta con sus ojos vivos qué me quiero hacer. “Pues cortarme un poco” –mi frase de cabecera, soy una cobarde capilar, lo reconozco- “y no sé, me resisto a teñirme, pero esas canas incipientes me tienen negra…”. “Pues vamos a hacer una cosa, te voy a cortar en seco y después te vamos a aplicar barros, que te van a disimular perfectamente esas canas y te van a dar una luz increíble en el pelo”. Dicho y hecho.
Primero Diana corta y da forma a mi necesitada melena. Un bob largo en una sola capa pero dando movimiento en las puntas y algo degradado de la nuca a las puntas. Me gusta. Después llega el momento de aplicar el color. En una preciosa estantería y en frascos que podrían contener infusiones, nombres tan sugerentes como jengibre, nuez moscada o cacao encierran en su interior los barros. Que no son otra cosa que henna mezclada con pigmentos vegetales que anulan el color verdoso de la henna, hay dos tonos base -jengibre y nuez moscada- a los que se le van añadiendo reflejos -curry, cacao, paprika… No es que contengan ninguno de estas especias, el nombre solo da idea del tono.
La henna es literalmente un barro, que se aplica caliente y se deja actuar, cubierto por un film, se retira simplemente lavando el cabello. Después un toque de secador para volver a la calle como nueva capilarmente hablando. Son lo que me había prometido Diana, cubren completamente la cana sin cambiar el tono base, el cuero cabelludo no sufre nada, aportan volumen y cuerpo, quitan encrespamiento, hidratan y dan mucho brillo.
Precio lavar y cortar: a partir de 35 euros.
Precio peinar: a partir de 18 euros.
Precio tinte: a partir de 37 euros.
Precio henna: a partir de 65 euros.
Precio Reflejos Mix&Match: entre 50 y 130 euros.
Precio retoque reflejos: a partir de 35 euros.
Diana Daureo
C/ General Pardiñas, 95 – 28006 Madrid.
Tel.: 91 563 31 69
Chus dice:
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