Sangre de drago, un árbol milenario, para cuidar las pieles maduras, esas que han llegado a los felices 50. Savia poderosa, glóbulos rojos botánicos con poderes regenerantes. Ekia -no confundir las vocales con Ikea– irrumpe en España con su cosmética bio basada en estudios científicos.
Carine Mudry, la artífice de Ekia, quería crear una marca bio para pieles maduras que fuera realmente efectiva y encontró en el Amazonas el principio activo perfecto: la sangre -o savia- de drago. Ese árbol milenario que también crece en nuestras islas Canarias y cuya savia es utilizada desde hace miles de años por los pueblos de América Latina por sus extraordinarias propiedades para cicatrizar heridas o úlceras.
Es tan alucinante este árbol, que en los bosques despoblados, es uno de los primeros árboles a rebrotar gracias a las propiedades regeneradoras de su savia. Llevado a la cosmética, estimula la renovación celurar produciendo colágeno y elastina, y hay estudios científicos -con test in vitro sobre fibroblastos de la piel de la cara- que lo confirman.
Metamos en la coctelera este ingrediente maravilloso, añadámosle investigación y nace Ekia. La marca surge de la colaboración con el servicio de dermatología del Hospital Universitario de Besançon, en Francia. Allí, estudiando a mujeres de más de 50 años, descubrieron que había tres tipos de piel madura, que no se definían por los años sino por la historia de la piel: conservadas o preservadas (esas pieles tocadas por la gracia de la genética y poco tocadas por los factores externos), frágiles y las carenciales (factores internos y externos han alterado los mecanismos de este tipo de piel y causado deficiencias).
A partir de ahí y después de dos años de trabajo mano a mano con el Dr. Humbert, jefe del servicio de dermatología del hospital, nacieron los tres productos que supusieron el principio de Ekia.
La Crème Initiale para pieles maduras saludables, mujeres con un tipo de piel mixta o normal que se han sabido proteger de las arrugas y aquellas mujeres con un capital genético favorable y que han limitado la exposición al sol. Estimula la regeneración celular, lucha contra los principales signos de la edad y estimula el metabolismo cutáneo. Contiene savia de drago, complejo cronorresistencia – a base de ácido hialurónico, hinojo marino o aceites vegetales bio- y extracto de semilla de manzana.
La Crème Intense para pieles maduras debilitadas, como las secas o muy secas, o aquellas muy dañadas por el sol. Regenera y estimula las pieles maduras debilitadas. A base de savia de drago, complejo cronorresistencia y extracto de semilla de dátil.
La Crème Extrême formulada para las pieles maduras agotadas, esas demasiado castigadas y muy marcadas por los signos de la edad con falta de firmeza, arrugas, manchas y sequedad. Regenera y estimula las pieles desvitalizadas con los ingredientes comunes a las otras cremas al que suma extracto de aceites de oliva y jojoba.
A este trío se suman, desmaquillantes en leche, loción, agua miscelar o aceite, cremas para pieles más jóvenes, contorno de ojos o serums.
Como buena marca eco, la savia de sangre de drago con la que formula Ekia sus cosméticos procede de la asociación Raintree, que lucha por la conservación del Amazonas y colabora con pequeños productores apoyándose en el desarrollo sostenible y solidario.
Ekia se vende en Organii (calle Almirante, 8. Madrid).
Precio La Crème Initiale: 47 euros / 30 ml – 65 euros / 50 ml.
Precio La Crème Intense: 54 euros / 30 ml – 71,40 euros / 50 ml.
Precio La Crème Intense: 59 euros / 30 ml – 79 euros / 50 ml.
Precio desmaquillantes: entre 26 y 29 euros.