Más de 600.000 personas en España tienen algún problema relacionado con el cabello. A pesar de los avances científicos del siglo pasado y de éste, las soluciones a la alopecia son aún pocas y caras, para qué negarlo. Una cifra que pone los pelos de punta (permitidme el símil) son los 1.000 millones de euros que nos gastamos los españoles en productos para el cabello. El 50% de los hombres mayores de 40 años padece alopecia y les sucede lo mismo a uno de cada cuatro jóvenes (hombres o mujeres) de entre 18 y 24 años. En este post vamos a contaros algunas de estas soluciones y luego, vosotras, elegís.
Antes que nada, os voy a contar cómo se produce el crecimiento del cabello, que ocurre en un ciclo de tres fases en el tallo, la raíz y el folículo piloso. Durante la fase de crecimiento o anágena, el cabello crece activamente en el folículo. El pelo permanece en esta fase activa entre dos y siete años y determina la longitud de nuestro cabello. Al finalizar la fase de crecimiento comienza otra de transición denominada catágena, que dura entre dos y tres semanas. La siguiente fase es la telógena y es un periodo de inactividad de unos tres meses. En esta etapa es común que perdamos entre 100 y 150 cabellos diarios. ¡Qué barbaridad, nos vamos a quedar calvas! No, porque nuestro cabello está sano. En el caso de que no lo estuviera, los folículos pilosos comenzarían a encogerse y en cada ciclo que hemos contado los tallos de cabello se vuelven más pequeños y delgados y la capacidad de producir pelo es menor.
¿Y por qué ocurre esto? La alopecia es un problema multifactorial en donde entran en acción los andrógenos u hormonas masculinas; también puede deberse a carencias nutricionales, un parto, anemia, una enfermedad grave, hipotiroidismo, estrés, enfermedades de la piel…
Dicen que el emperador Julio César, avergonzado por su calvicie, decidió ponerse una corona de laurel para disimularla. Si alguien ahora saliera de esa guisa o se reirían de él o ella o terminaría siendo trendic topic.
Evidentemente no nos la vamos a jugar. Podemos intentar que no se caiga más el pelo o dejarse el cráneo como hizo mi primo Tino hace años: se afeitó la cabeza y ahí sigue. Para quien no quiera ser Cocoliso, primero no hay que esperar a estar como una bola de billar; como siempre, hay que empezar a cuidarse en cuanto se noten los primeros síntomas o veamos que se nos cae demasiado pelo.
En los años 80, una compañía famacéutica estadounidense comenzó a comercializar minoxidil para tratar la calvicie. El minoxidil es un vasodilatador que se usaba para pacientes con hipertensión.
El año pasado, investigadores de la Universidad de Yale, EE UU, lograron que un paciente volviera a tener pelo gracias al citrato de tofacintinib, un medicamento utilizado para tratar la artritis. El citrato de tofacintinib parece estimular el crecimiento del cabello porque estimula el folículo piloso. Los investigadores continúan con los trabajos porque los resultados hasta ahora han sido espectaculares.
Paciente tratado con citrato de tofacintinib.
Lo que sí parece que también está dando buenos resultados es un dispositivo llamado iGrow. Se trata de un regenerador capilar de uso doméstico que utiliza la terapia láser de baja intensidad de color rojo emitida por diodos de luz junto a luz roja emitida por led. Este láser produce una estimulación de las células de la raíz del folículo piloso que está en fase de reposo y mejora la circulación sanguínea del bulbo del pelo.
La Agencia de Alimentación y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha dado su aprobación al uso del aparato y ha avalado los resultados: tras 16 semanas de uso se aprecia una parada de la caída excesiva del pelo nuevo en un 39% de los hombres y en un 37% de las mujeres, y el grosor del cabello aumentó un 38% como media.
El iGrow no provoca efectos secundarios ni tiene contraindicaciones. La información que nos facilitan explica que lo pueden usar tanto hombres como mujeres que notan claros en su cabellera o entradas en la línea del pelo; personas predispuestas genéticamente a la alopecia; tras un trasplante capilar o bien en personas que han finalizado un tratamiento de quimioteraria y quieren que su cabello se regenere.
También especifican que han que usarlo durante 6 meses en días alternos de 20 a 25 minutos. Tras ello, hay que realizar una fase de mantenimiento usando este regenerador capilar una o dos veces por semana.
La imagen muestra cómo se ha regenerado el cabello.
Tiene buena pinta este aparato con aspecto de casco futurista. Si alguien conocido lo usa, sería buena idea que nos lo contase, ya que no es un aparato barato.
Precio: 795 euros.
Puede adquirirse a través de la web www.quieroganarpelo.es o en el teléfono 91 737 30 65. También en cualquier de los tres centros Rizos: Blackstone. Peluquería barbería & Men Care (C/ Lagasca, 101), Rizos. The Beauty Boutique (C/ Velázquez, 76) y Rizos. Centro de moda avanzado (C/ Jorge Juan 44, esquina Castelló 16).
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Beatriz Peña 
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