Bernie MV y Fitflop, zapatos high tech

Los pies han sido la última parte del cuerpo en emprender una guerra a muerte contra la incomodidad de los zapatos.

“Si queréis que os sirvamos como postes de sujeción durante todo el día, por favor, liberadnos. Calzadnos unos zapatos mulliditos, que no nos opriman, que nos dejen respirar, que se amolden a nuestra anatomía...”

Y esa es la filosofía de las nuevas marcas de calzado confortable -como los norteamericanos Bernie MV o los ingleses Fitflop– que se han ligado a nuestros pies a base de combinar el trinomio cómodo-con estilo-precio asequible.

Bernie MV nació en 1974 en Nueva York para conquistar a la mujer curranta de vida agitada, que camina con bolsas del super y, como trabaja, quiere unos zapatos ligeros, amoldables, incluso que te suban muchos centímetros si quieres y que, además, no sean como ortopédicos y de color gris o negro deprimente. Se han inventado un trenzado de cintas elásticas ultraflexible, no pesan nada de nada (tampoco en la maleta, claro) y, cuando me puse un par no podía creerme la liberación que sentí en el pie. Es como si no llevaras nada, de verdad. Por dentro tienen esa suela que está muy de moda y se llama Memory Foam, una especie de colchoncillo blandito de espuma viscolástica como la de los colchones. Y luego, miles de modelos de lo más in: desde la bailarina metalizada, pasando por el botín galáctico o el mocasín de cintas cruzadas de todos los colorines. Qué descanso. Cuidado, le han surgido mil plagios de mala calidad.

Zapatos Bernie MV. Entre los 70 y 90 euros.

En la presentación de la firma inglesa Fitflop te enseñaban cómo la entresuela de su calzado tiene triple densidad, la Microwobbleboard, ingeniada por dos expertos biomecánicos ingleses. Este sistema absorbe el impacto de la pisada, reduce la concentración de la presión plantar y mejora la amortiguación del paso.

Yo, que voy tres veces a la semana al fisio porque aún no he eliminado mi fascitis plantar, sé muy bien de lo que hablan, porque fisios, osteópatas y quiroprácticos te explican que si no mejoramos la ergonomía de nuestro pie al andar no descenderá la barbaridad de desajustes y ‘trastornos’ del pie que acosan a los paseantes, sobre todo urbanos. No es que vayan a morir los stilettos de Jimmy Choo, pero a lo mejor los aparcamos para cenas de postín o se los quedan las actrices y cantantes, obligadas a subirse a las alturas.

Zapatos y sandalias Fitflop. A partir de 70 euros.