Condenadas al abucheo durante años, las curvas viven un instante -por favor, eterno- de reconocimiento. No sólo en nuestras femeninas constituciones: también en el pelo. El rizo se suma a esta tendencia de absolución en Curvaceous, la línea de Redken para el cuidado de los pelos ensortijados. Una gama que, como la siempre caprichosa venia social, respira nuevos aires estos días con la incorporación de la cantante británica Jetta como musa.
Da cierta satisfacción buscar fotos de la cantante porque jamás ha caído en la trampa cultural de alisarse el cabello. Jamás, Manuela Carmena, jamás.
Mulata, rizada, libre y talentosa, la nueva musa de Redken ha hecho de su indómita cabellera un manifiesto. Su magnífico peinado ‘bola’ se antoja un guiño al de las aguerridas Black Panthers, mujeres bien plantadas que defendieron (y siguen haciéndolo) sus particularidades raciales frente a la hegemonía estética de la raza blanca.
Los productos capilares específicos son de suma utilidad cuando se tiene rizo. Ayudan a sellar la fibra, eliminan el frizz (o encrespamiento) y consiguen sublimar la exuberante materia prima sin ánimo de enmascararla bajo un aspecto lacio innatural. Se agradece que las marcas los incorporen y perfeccionen en lugar de promover la idea de que estas ‘curvas’ son ominosas (similares al cardado lanar de las ovejas, decía hace años otra conocida firma que a estas alturas ya ha hecho examen de conciencia). Como es gratificante que las mujeres con visibilidad y cierto poderío exhiban lo que tienen sin complejos ni restricciones.
¿Será éste el año del cambio al rizo libre y natural?