Comienzan las listas de propositos de año nuevo: ir al gimnasio, hacer dieta, leer más, dejar de fumar o sentirse mejor dentro de tu piel y de tu cuerpo-mente. Piensa en ti, cuídate y rinde culto a tu belleza pura. Después, renovaremos el armario.
Comienza enero y nos planteamos pequeños cambios en nuestras vidas: ir al gimnasio, hacer dieta, leer más, dejar de fumar o tener el armario organizado. Buenísimos proyectos de año nuevo que, a menos que se conviertan en hábitos bien instaurados, no durarán más allá del primer trimestre, pero sirven para llenarnos de ilusión y energía en ese nuevo comienzo. ¿Y si este año nos planteamos unas metas de belleza efectivas y, lo que es más importante, realizables? Comencemos la vuelta al trabajo tras las vacaciones con cinco propósitos de cuidado corporal, y cumplámoslos.
- Desmaquillarnos siempre. Y cuando decimos siempre, es siempre. Terminantemente prohibido ir a la cama con maquillaje: los poros se bloquean, se acumulan las células muertas, pueden aparecer botes alérgicos y a largo plazo, la piel envejece con mayor rapidez si no se limpia adecuadamente. Aunque lo ideal es un buen producto limpiador seguido de tónico y producto especfico, si el tiempo o el cansancio apremian, podemos recurrir de manera excepcional a las toallitas desmaquillantes, siempre seguidas por un buen aclarado de agua tibia. Las aguas micelares son otra buena opción para un desmaquillado exprés, porque arrastran muy bien el maquillaje y las impurezas.
- Incorporar un sérum o tratamiento específico a la rutina diaria. A medida que pasan los años, la piel tiene nuevas necesidades derivadas del envejecimiento normal de los tejidos. Un sérum adecuado a las demandas de cada tipo de cutis asegura un plus de tratamiento y resultados visibles a los pocos días.
- Exfoliación semanal. Aunque la piel tiene sus propios mecanismos de renovación, un tratamiento exfoliante una vez a la semana (bueno, de acuerdo, vale cada 15 días) acelera el proceso de eliminación de las células muertas y desvela un cutis renovado y mucho más radiante. La exfoliación puede hacerse físicamente, con cremas con microgránulos que se frotan en círculos sobre la piel, o químicamente, con cosméticos que incorporan ingredientes exfoliantes, como los alfahidroxiácidos, que destruyen las células muertas.
- Hidratación corporal. Tener el cuerpo cubierto por medias, leotardos, pantalones y jerséis no es excusa para olvidarle hasta bien entrado marzo. Piernas, brazos, codos y rodillas agradecerán una dosis de una buena hidratante corporal, si no diariamente, con la mayor frecuencia que el tiempo nos permita.
- Tratamiento de belleza capilar intensivo. En nuestras visitas a la peluquería seguramente nos informan del estado de nuestros medios y puntas y nos aconsejan la mejor manera de solucionar la sequedad y la deshidratación. ¿Qué tal si les hacemos caso y asumimos como parte de nuestra rutina de belleza el uso de una mascarilla nutritiva semanal? Eso sí, bien aplicada, con el cabello húmedo, durante el tiempo especificado y si se puede, con el efecto añadido de una toalla caliente para maximizar sus efectos.
Cinco propósitos sencillos, que pueden incorporarse a nuestras costumbres con facilidad y que contribuirán a nuestra belleza. Volvamos a la rutina y mejoremos nuestra pauta de cuidados, pero hagámoslo mañana mismo. ¡Feliz y bellísimo 2016!