¿Nostalgia de los años colegiales? Pues tranquila que todo vuelve, más allá de los –infaustos-recopilatorios de música de los 80, anuncios, homenajes a Naranjito y demás mecanismos de recuerdo a los que nos damos las personas en nuestros círculos íntimos. Nuestra Señora del Fitness recupera con fuerza la comba como ejercicio estrella. Mucho más que un juego de niños -un batallón de boxeadores no pueden estar equivocados-, saltar a la cuerda proporciona una serie de beneficios que hará de tu cuerpo de adulta una ‘máquina’ aún más eficaz. Y todo con la mínima inversión económica.
Las ventajas de la comba son apabullantes y tan variadas como todos las formas de saltar con la cuerda. Un juego de niños que se convierte en un ejercicio de alto rendimiento para casi cualquier deporte.
-El equipamiento es ridículamente básico: sólo necesitas una cuerda y espacio. Elige un material duradero, como el cuero o las fibras naturales, y tendrás cuerda para rato.
-Requiere de coordinación entre pies y manos, por lo que contribuye a mejorar tu propiocepción y a desarrollar reflejos y equilibrio.
-Ayuda a desarrollar masa ósea, ya que los saltos generan estrés en los huesos y obligan al cuerpo a fortalecer su estructura.
–Desarrolla la velocidad de los músculos, y por tanto la capacidad ‘explosiva’ de tus piernas. Como sabes, para aumentar el metabolismo y quemar grasa, no sólo hay que hacer un ejercicio que suba las pulsaciones sino que también hay que desarrollar la masa muscular para consumir más calorías en reposo.
-Saltar cuerda activa todo el cuerpo, brazos, hombros y espalda, abdominales, lumbares y músculos de la cadera y músculos de las piernas.
-Es un poderoso ejercicio aeróbico, por lo que fortalece también el corazón (y quema grasa).
-Es versátil. Una vez domines el salto básico, puedes probar un sinfín de variedades, como saltar elevando las rodillas, llevando los talones al glúteo, saltar a una pierna alternando con la otra, esprintar en el sitio, saltar mientras caminas, saltar abriendo y cerrando las piernas, salto básico con cruce de cuerda… ¡A divertirse!
Saltar bien es fácil, si sabes cómo. Las reglas de oro son:
–Estira antes y después. El ABC del entrenamiento físico; te ayudará a calentar las articulaciones y músculos y evitarás lesiones engorrosas.
–Ve subiendo la intensidad paulatinamente. Empieza con saltos largos y de poca intensidad. Poco a poco verás cómo aumenta tu capacidad y podrás saltar más en menos tiempo y subir el peso de la cuerda para trabajar más los brazos.
-Salta bajo. Así evitarás sobrecargar tus tobillos y rodillas.
-Mantén la cabeza recta y la mirada al frente.
-Procura que los codos estén cerca del cuerpo.
–Gira sólo las muñecas y los brazos, los hombros deberían estar relajados.
-Mantén flexionadas las piernas y estíralas al saltar.
Para entrenar con cuerda, empieza con sesiones cortas. Por ejemplo, de 2 minutos seguidos de 30 segundos de descanso, para que puedas mejorar progresivamente tu condición y organizarte series de 15 minutos con descansos de 1 ó 2 minutos (por ejemplo). Con constancia, verás qué cambiazo en tu composición física –y en tu ánimo-. ¿Se puede dar más por menos?