Manicura de verano, claves para mimar tus uñas a todo color.
Nos vamos de vacaciones con los deberes de belleza hechos: tinte, depilación y manipedi. Pero los días vuelan (a velocidad supersónica durante el verano) y pronto urgen los retoques para no asilvestrarnos sin remedio.
En el caso del cabello, no hay problema si lo cuidamos correctamente, y la depilación se solventa si es necesario con remedios de urgencia, como las socorridas cuchillas o las bandas de cera.
Pero, ¿qué pasa con las manos y los pies? Os traemos las claves para unas uñas en perfecto estado de revista.
Las manicuras y pedicuras semipermanentes, conocidas como esmaltados de gel, han supuesto en los últimos años una revolución para todas las usuarias que que buscaban un esmalte realmente duradero pero no querían caer en la dependencia de las uñas artificiales. Con estos sistemas, las uñas se pintan con esmaltes fotoendurecibles, que tras exponerse a la luz de lámparas ultravioleta durante unos minutos endurecen y consiguen un esmalte brillante, impecable y duradero, que además se retira con (bastante) facilidad. Nos conceden, aproximadamente unos diez días de manos perfectamente arregladas, lo que no está nada mal para unas vacaciones cortas o una escapada. Sin embargo, no hay gel que cien años dure, y cuando estamos tres o cuatro semanas fuera, necesitamos soluciones rápidas. Con sólo tres utensilios y tres productos, podemos solventar los asuntos de uñas en muy poco tiempo.
El neceser de urgencia se compone de lima, palito de naranjo y cortauñas, en cuanto a las herramientas, y por la parte de los cosméticos, de esmalte de color, quitaesmalte y un producto que nos sirva a la vez de base y de top coat. Especialmente si usamos colores oscuros o rojos muy vivos, es muy importante usar una base antes del esmalte para asegurar que las uñas no amarillean.
Comenzamos con un limado suave con las uñas limpias y secas. Si venimos de una manicura profesional o estamos acostumbradas a arreglarlas nosotras mismas, las uñas ya tendrán una buena forma y sólo será necesario repasarla. Las uñas se liman en una sola dirección para evitar que se abran en capas. Para no sobrecargar nuestro neceser, podemos usar crema corporal o cualquier otro emoliente para hidratar las cutículas y retirarlas con más facilidad con el palito de naranjo, sin necesidad de un producto específico para cutículas. Utilizamos el borde con forma de espátula y empujamos las cutículas hacia atrás sin forzar ni apretar sobre el lecho de la uña. En caso de pielecitas, las cortamos a ras con el cortauñas, sin tirar de ellas. Una capa de base, dos de esmalte y una final de top coat, dejando secar bien entre capa y capa, ¡y listo!
Eso sí, si no te resistes a los tonos veraniegos puede que tu botiquín de primeros auxilios acabe pesando más de la cuenta: rojos, rosas, corales y turquesas son los reyes del verano, tanto en manos como en pies. Y no te pierdas los esmaltes con acabado gel, que ofrecen mayor duración y brillo que los convencionales, sin necesidad de lámparas y a nivel usuario.