Seguimos en busca del contouring perfecto, la vieja técnica de los maquilladores para rediseñar el rostro y absoluto hype de belleza en nuestra querida red de redes.
Esta vez, dejaremos la sombra-aquí-sombra-allá para definir el rostro con otros elementos: ¡las cejas! Benefit propone un estratégico diseño del marco de la mirada capaz de transformar todo el rostro. Veamos cómo hacerlo con los comentarios en off de Jared Bailey, portavoz mundial de cejas para Benefit Cosmetics.
Paso 1. Identificar el inicio ideal de la ceja, el punto exacto en que debería comenzar. Para ello trazaremos una línea imaginaria –nos podemos ayudar con lápices o brochas– que vaya desde la aleta de la nariz hasta la ceja.
¿Por qué? Porque, en palabras de Jared, “cuanto más juntas estén las cejas, más fina parecerá la nariz, y por el contrario, cuanto más separadas, más ancha”.
Paso 2. Definir el arco, es decir, la altura a la que las cejas deberían elevarse sutilmente. Para ello trazaremos una línea imaginaria que comience en la aleta de la nariz, pase por el centro del iris y termine en la ceja. Todo un juego de diagonales.
¿Por qué? Porque “cuanto más subamos el arco, más redondos parecerán los ojos”, explica Jared. Y cuanto más bajo se encuentre, más alargaremos su forma. Es decir, los mismos efectos que perseguimos con el maquillaje de ojos.
Paso 3. El final de la ceja. Si es importante tener principios, no lo es menos tener finales felices. Con la ayuda de los lápices, volveremos a buscar el final perfecto trazando una línea desde la aleta de la nariz hasta el lado externo del ojo.
¿Por qué? Porque “alargar o acortar la ceja permite redondear u ovalar la forma del rostro”, aclara Jared. De este modo puedes jugar con los contornos naturales de tu rostro y modificarlos ópticamente a placer.