La pirámide nutricional se nos ha quedado viejuna. Está desfasada y necesita pasar por el taller para hacerse un cambio de cara y adecuarse a los nuevos tiempos. Ese clásico triangulito referente de la alimentación saludable afronta una revisión en la que irrumpen factores como el equilibrio emocional o la forma de cocinar los alimentos.
Pirámide Nutricional SENC 2004
El año en el que media España pasaba por Sevilla para visitar la Expo de Curro y otros tantos bailábamos al ritmo de Amigos para siempre, nacía la Pirámide de la Nutrición. Fue en 1992 cuando el gobierno de Estados Unidos, ese país que podrá ser referente de muchas cosas pero no de nutrición, presentó la primera pirámide alimenticia.
La primera pirámide nutricional de 1992
A raíz de esta primera recomendación visual de una alimentación saludable, cada país fue creando las suyas propias, adecuadas a sus hábitos, en España no tuvimos la nuestra propia hasta 2004, creada por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC).
Con más de una década de vida, nuestra pirámide pedía a gritos una actualización y durante todo este 2015 pasará por las manos de expertos en nutrición de la SENC para ponerse al día. Los alimentos puros y duros ya no son lo único importante, por eso será modificada según los cuatro nuevos criterios imprescindibles para mantener una dieta sana y equilibrada: balance energético, búsqueda del equilibrio emocional, práctica de actividad física diaria y técnicas culinarias más saludables.
Las frutas, verduras y hortalizas de temporada ocuparán un lugar importante, y también quieren poner el acento en alimentos algo olvidados en esta sociedad de las prisas, pero fundamentales, como legumbres, cereales de grano entero y frutos secos sin sal, y otros no menos importantes como el aceite de oliva virgen extra, los pescados de temporada, lácteos bajos en grasa y carnes magras, además de la necesidad de mantenerse suficientemente hidratado con agua.
angeles dice:
Iuliana Andreea Munteanu 
Rmaria Camacho 
Spanish