Después de la larga era del gel de baño, nuestras rutinas de higiene vuelven asus orígenes con el auge de los jabones en pastilla, los de toda la vida. Y no, no estamos hablando de las pastillas de supermercado ni de las totalmente artesanales hechas en casa con aceite usado y sosa, sino de jabones realizados con materias primas de excelente calidad, biológicos y que consiguen beneficios inmediatos sobre la salud de la piel: mayor hidratación, menos irritaciones y más confort. Es la nueva generación del jabón de siempre, reformulado y de alta gama, que proponen firmas como Olivia Soaps o Los jabones de mi mujer.
Mientras que los geles de baño contienen una proporción muy alta de agua por su propio formato líquido y suelen tener efectos desengrasantes más elevados por tratarse generalmente de detergentes sintéticos, los jabones naturales son en esencia una mezcla deaceites puros o mantecas con un agente alcalino y agua, que al mezclarse producen la reacción química conocida como saponificación. No necesitan añadir nada más, porque el jabón resultante es suficientemente limpiador y además hidratante, por su contenido en aceite. ¿Por qué entonces nos dejamos vencer un buen día por el bote de gel? Básicamente por la comodidad en su uso, como en tantos otros hábitos de finales del siglo XX.
Sin embargo, hace ya unos años que proliferan nuevas firmas de jabones que se centran en sus beneficios y es más, los maximizan, con el uso de aceites esenciales de procedencia ecológica, formulaciones originales y casi adictivas y una imagen de marca cuidada hasta el último detalle, a pesar de tratarse de pequeñas empresas o valientes emprendedores. Es el caso de Olivia Soaps – Jabones de cuidado y de Los jabones de mi mujer, dos iniciativas diferentes que comparten el jabón como razón de ser y Segovia como lugar de origen.
Olivia Soaps es la marca de jabones de Paula González, que heredó de su padre, químico industrial, el proyecto de crear una empresa de jabones naturales, ecológicos, respetuosos y totalmente libres de conservantes, colorantes, parabenos, siliconas, sulfatos, perfume y alcohol. Y en 2008, Paula se embarcó en esta aventura empresarial, armada con las recetas de su padre y un blog. Hoy cuenta con una tienda online, una física en Segovia, puntos de venta en toda España y una legión de seguidores, fanáticos de sus jabones. Con originales fórmulas y nombres como Mr.Fantastic, 20.000 pompas de viaje superlimpio o The gintleman, Olivia Soaps conquista los sentidos y además garantiza un cuidado extremo de la piel.
Los jabones de mi mujer nació casi por casualidad cuando Amelia y Pablo se trasladaron desde Madrid a un pueblo de Segovia. La piel sensible de Amelia la empujó a probar y probar diferentes fórmulas para fabricarse su propio jabón, natural y cuidadoso con la piel más reactiva. Poco a poco, la fama de la calidad de sus jabones se fue extendiendo entre sus conocidos hasta que tomó forma lo que hoy es un taller artesanal y una boyante empresa con fórmulas patentadas. Con un concepto tradicional de las variedades de jabón que producen (de rosa mosqueta, de argán, de karité o de romero) y formulaciones libres de aditivos artificiales, ofrecen jabones que miman la piel, sean cuales sean sus necesidades.