Sí, es Angel de Thierry Mugler. Seguro que lo has olido porque flota en el aire desde el 92. Candy, candy y caliente caliente.
Es un perfume que endulza el aire con su empalagoso y tentador aroma gustativo. Es el primer perfume goloso de la historia. Su mágica estrella azul con aroma dulce abrió una página de la historia de la perfumería y nueva familia olfativa. Espíritu de modernidad, innovación y buenas intenciones. Un perfume talismán, amuleto, magnético, un fetiche mugleriano en toda regla.
Georgia May Jagger, su actual modelo en campaña, batiendo las alas con degradado de azules sobre fondo en blanco y negro cual aparición celestial.
Gracias a las buenas vibraciones y los dulces aromas de esos ángeles que se cruzan, también de vez en cuando en nuestro camino. Siempre es un encuentro dulce y celestial, con la estela mágica que rodea a las estrellas. Un sueño de poesía fragante que se mantiene en el top ten de los perfumes femeninos desde hace más de 20 años, concretamente desde su lanzamiento en 1992.
Unos tienen Don de Don Algodón, otros el Angel visonario del diseñador Thierry Mugler y otros Aura de Loewe, vaya esto parece inspirado en el temario de Cuarto Milenio. Si recuerdas más perfumes con inspiración paranormal, cuéntame.
“En el año 92, el panorama de la moda en perfumes estaba copado por fragancias florales opulentas como Chanel nº 5, con rosas y jazmín o tresor de Lancôme con violeta y rosa, o Paris de Yves Saint Laurent con rosa y violeta, también estaba a Anais Anais, las tiernas rosas con jazmín, Lou Lou de Cacharel, Opium de YSL, eso en Europa. En Estados Unidos reinaban Beautiful de Estée Lauder y Eternity de Calvin Klein” explica Pierre Aulas, director desde 2001 de su propia sociedad de olfato-consulting: Art of Nose, cuyo objetivo final es ayudar a los creadores de perfumes a continuar siendo creadores de sueños . Su implicación con Thierry Mugler parfums es evidente desde el primer lanzamiento. También colabora en el desarrollo de fragancias para marcas como Azzaro, Stella Cadente parfums, Lancaster, Christian Lacroix, Jil Sander, L’Occitane…
“En los 90” cuenta Pierre Aulas (dentro de su conferencia sobre este icono de la perfumería que se celebra entorno a la exposición El Arte del Perfume): “flotaban en el aire fragancias salpicadas por novedosas notas marinas, oceánicas y con aroma a frutos de agua como el melón”.
Angel se demarcó desde el primer momento de esta corriente acuática, iniciando una nueva familia olfativa: los golosos. Sin flores, ni frutas, y mucho menos notas marinas, siguiendo su instinto y dejando volar libremente la imaginación y la personalidad.
Explica Aulas que Angel funde los elementos del ADN de Thierry Mugler. Como los vestidos del diseñador que jamás dejan indiferente. Un objeto personal, bello y glamouroso. Así es Angel, magnético y adictivo. Con ese algo salvaje y dulce a la vez. Su fórmula secreta contiene patchouli, almendras, algodón dulce y cacao. Un delicioso pastel fragante con identidad propia. Catalogado como el primer perfume oriental goloso, destaca su innovador acorde praliné afrutado.
Los herederos de Angel de Thieery Mugler son: Miss Dior de Dior, Coco Mademoiselle de Chanel, Le Petit Robe Noir de Guerlain, Flower Bomb de Viktor & Rolf, Lolita Lempicka, Prada Candy, Just Cavalli for her, La Vie est Belle de Lancôme, Bond nº 9, entre otros, concluye el director artístico olfativo de los perfumes de Mugler, Pierre Aulas.
Feliz y dulce vuelo a tod@s.